El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, recibió a una delegación parlamentaria estadounidense de ambos partidos el miércoles 20 de agosto. La reunión, en la que también participó la embajadora estadounidense en Beirut, Lisa Johnson, se centró en los recientes acontecimientos en el Líbano y en el papel de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz (FPNUL) desplegada en el sur del país.
Esta reunión tuvo lugar en medio de los continuos desacuerdos entre EEUU y Francia sobre el futuro de la FPNUL, cuyo mandato expira a finales de agosto. A diferencia de París, Washington se opone a la renovación del mandato de esta fuerza.
Refiriéndose a este asunto, el presidente del Parlamento libanés expresó su sorpresa por el hecho de que EEUU, que “patrocinó la Resolución 425 del Consejo de Seguridad” que estableció la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) en 1978, “ahora esté poniendo en la mira su presencia y misión”.
En este sentido, cabe destacar que el periódico libanés Al-Akhbar informó este miércoles que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas inició el debate sobre un proyecto de resolución presentado por Francia para prorrogar el mandato de la FPNUL en el sur del Líbano por un año, con vistas a su retirada gradual.
Fuentes diplomáticas especificaron que el proyecto de resolución francés celebraba las recientes decisiones del gobierno libanés, destacando el papel del ejército. El texto no contempla cambios en el mandato de la FPNUL y se limita a proponer su renovación automática, según las mismas fuentes.
Sin embargo, Washington ha expresado su intención de poner fin a la misión, lo que considera un “despilfarro ineficaz” y, según Washington, está retrasando la transferencia completa de la seguridad al ejército libanés. Por el contrario, París aboga por una prórroga de un año del mandato de la FPNUL, seguida de una retirada gradual a lo largo de seis meses.
Los estadounidenses justifican su oposición proponiendo una alternativa a la FPNUL, que podría encontrarse en el Comité Conjunto de Supervisión del Alto el Fuego, ya establecido tras el fin del conflicto entre el movimiento de resistencia libanés (Hezbolá) e “Israel”.
Este mecanismo se basa en la coordinación entre dos equipos militares, uno en el Líbano y otro en la Palestina ocupada.
A pesar de su creación, este comité no ha impedido las reiteradas violaciones del alto el fuego por parte del ejército israelí, mientras que Washington no ha presionado a Tel Aviv para que las ponga fin.
Esto ocurre a pesar de que Hezbolá cumple con este acuerdo e insta constantemente al gobierno libanés a exigir a los garantes internacionales que todas las partes asuman sus responsabilidades para obligar a “Israel” a poner fin a sus violaciones.
Las mismas fuentes diplomáticas confirman que China y Rusia han asegurado a Beirut que se opondrán a cualquier cambio en el mandato de la FPNUL o a su inclusión en el Capítulo VII de la Carta de la ONU.
Sin embargo, no tienen intención de bloquear una iniciativa para poner fin a esta misión.
Las conversaciones también revelan que Washington insiste en una decisión inmediata, pero con un retraso de seis meses en su implementación.
Por su parte, París aboga por la necesidad de extender el mandato por un año, considerando que el ejército libanés necesita este tiempo para recuperar el control total del territorio.
Source: Al Manar