Durante julio y agosto de 2025, la entidad sionista fue testigo de una serie de acontecimientos internos importantes, que se manifestaron en la profundización de las divisiones dentro de la coalición gobernante, en particular después la retirada de los partidos Shas y Judaísmo Unido de la Torá en protesta por la violación de las exenciones concedidas a los estudiantes de seminarios religiosos del servicio militar.
En el mismo contexto, surgió una disputa fundamental entre los estamentos político y militar sobre la estrategia para gestionar la guerra en la Franja de Gaza. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se enfrentó al jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, sobre la viabilidad de ampliar las operaciones, en particular el plan de ocupar la ciudad de Gaza, dadas las advertencias de la cúpula militar sobre el elevado coste humano y logístico. También surgieron nuevas tensiones entre Zamir y el ministro de Defensa, Israel Katz, por el nombramiento de altos oficiales.
A nivel de la opinión pública israelí, el país fue testigo de una ola de protestas generalizadas a mediados de agosto de 2025, con aproximadamente 400.000 manifestantes que exigieron el fin de la guerra y un acuerdo urgente para el intercambio de prisioneros. En el ámbito judicial, la disputa se intensificó cuando el gobierno intentó destituir a la Fiscal General Gali Baharav-Miara, a pesar de la objeción del Tribunal Supremo.
A continuación, se presenta un análisis de las manifestaciones más destacadas de las disputas observadas en “Israel” durante el período comprendido entre el 1 de julio y el 19 de agosto de 2025:
Problema en la coalición gubernamental
El partido Shas anunció su retirada de la coalición gubernamental en protesta contra el proyecto de ley de reclutamiento, que restringía el alcance de las exenciones otorgadas a los estudiantes de yeshivá. El partido Judaísmo Unido de la Torá también se retiró a mediados de julio en protesta contra la misma ley, que consideraba una violación de las exenciones tradicionales para los estudiantes de yeshivá.
La división político-militar
Se intensificó la disputa entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, sobre el plan de ocupar la ciudad de Gaza. Zamir advirtió sobre graves consecuencias, como nuevas pérdidas de rehenes y la disminución de las fuerzas, mientras que Netanyahu insistió en llevar a cabo una amplia campaña militar dentro de la Franja de Gaza.
También surgió una disputa entre Israel Katz (ministro de Defensa) y Eyal Zamir (jefe del Estado Mayor) sobre el nombramiento de altos oficiales del ejército.
Además, se produjo una rebelión militar interno, en la que aproximadamente 41 oficiales se negaron a participar en operaciones militares. Mientras tanto, aumentó la evasión de los llamados a la reserva, y solo alrededor del 60% de los llamados a filas respondió.
La ira pública israelí se intensificó
A mediados de agosto de 2025, la entidad israelí fue testigo de protestas generalizadas en las que participaron aproximadamente 400.000 manifestantes, incluyendo familiares de prisioneros y personas solidarias con ellos, que exigían el fin de la guerra en Gaza y un acuerdo de intercambio de rehenes. Las protestas paralizaron diversos sectores, como carreteras y aeropuertos.
A medida que las bajas civiles en Gaza aumentaban y la situación humanitaria se deterioraba, Netanyahu fue objeto de duras críticas por parte de la oposición y los medios de comunicación de utilizar la guerra como un medio para consolidar su poder político.
La disputa legal
A finales de julio, el gabinete israelí recomendó la destitución de la fiscal general Gali Baharav-Miara, a pesar de la objeción del Tribunal Supremo a la implementación de la decisión. Posteriormente, el gobierno emprendió una política de boicot contra ella.
Desacuerdos sobre el gasto en defensa
El aumento del gasto en defensa mediante un recorte integral del 3,35 % en los presupuestos ministeriales y la devolución de aproximadamente 600 millones de shekels asignados en acuerdos de coalición al programa “Nuevo Horizonte” para redes educativas en el sector ultraortodoxo (haredí) han generado indignación entre algunos miembros del gobierno de Netanyahu. Esta medida entrará en vigor a principios del próximo año, si la Knesset la aprueba.
Source: Centro Unión de Investigación y Desarrollo