La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria calificó hoy como “generalizados y sistemáticos” los ataques perpetrados en marzo pasado contra comunidades alauíes en la costa siria, y que podrían constituir crímenes de guerra.
Los sucesos del litoral sirio tuvieron lugar los días 6,7 y 8 de marzo pasado y causaron la muerte de alrededor de 1.700 personas.
En su más reciente informe, el organismo de la ONU advirtió que varios de esos actos constituyen crímenes de guerra y señaló que la violencia alcanzó su punto máximo a inicios de marzo con masacres en localidades de mayoría alauí, acompañadas de asesinatos, torturas, profanación de cadáveres, saqueos e incendios de viviendas, lo que provocó el desplazamiento de decenas de miles de personas.
En varias zonas, hombres identificados como alauíes fueron separados de mujeres y niños antes de ser ejecutados, mientras que en otros casos unidades gubernamentales intentaron proteger a la población. Sin embargo, también se documentaron ejecuciones sumarias y actos de tortura cometidos por efectivos estatales.
Las conclusiones del informe se basan en más de 200 entrevistas con víctimas y testigos, así como en visitas realizadas en junio a las provincias de Latakia y Tartus, donde la comisión tuvo acceso a tres fosas comunes.
El presidente del organismo, Paulo Sérgio Pinheiro, instó a las autoridades interinas sirias a llevar ante la justicia a todos los responsables, sin importar rango o afiliación, y a destituir de inmediato a cualquier sospechoso de participación en los hechos.
A finales de julio, una comisión nacional de investigación designada por Damasco identificó a 298 presuntos implicados, aunque precisó que la cifra es provisional.
El informe también destaca que, a pesar de la respuesta ‘constructiva’ del gobierno interino de Siria a recomendaciones previas, es crucial tomar medidas dado que aún se reportan episodios de violencia como los ocurridos en Suweida, donde solo en julio se registraron 1.500 muertes.
Source: Prensa Latina