En la noche del jueves al viernes, las protestas invadieron las calles del Suburbio del Sur de Beirut y de la capital, Beirut, así como diversas zonas como Nabatieh y Tiro en el sur, y Hermel en el valle de la Beqaa, en rechazo a la decisión del gabinete de desarmar a la resistencia. Autos y motocicletas recorrieron las calles ondeando banderas de Hezbolá y del Movimiento Amal, así como imágenes del mártir Sayyed Hassan Nasralá y del Imam Musa al-Sadr. Los participantes corearon consignas contra el gobierno, EEUU y el enemigo israelí.
Los manifestantes advirtieron que si Hezbolá es desarmado, el sur del Líbano quedará indefenso ante los continuos ataques israelíes. Aunque el movimiento de resistencia Hezbolá aún no ha emitido un comunicado oficial, previamente condenó la decisión del gobierno como un grave error que disminuiría la capacidad del Líbano para enfrentar la continua agresión israelí.
El movimiento argumenta que desarmar a la resistencia despoja al Líbano de su poder de disuasión contra “Israel”, dejándolo vulnerable a nuevos ataques.
El gabinete libanés se ha vuelto a reunir para debatir el desarme, a pesar de los rechazos previos de Hezbolá a tales medidas, motivadas en gran medida por las demandas estadounidenses.
El primer ministro libanés, Nawaf Salam, anunció que los ministros aprobaron los “objetivos” de la propuesta estadounidense, que restringiría la posesión de armas estrictamente al Estado.
Durante las discusiones, el subjefe del Consejo Político de Hezbolá, Mahmud Komati, criticó la decisión del gobierno como una rendición a los intereses israelíes y estadounidenses, afirmando que un Estado no debe enfrentar a la resistencia en su propio territorio mientras esté ocupado.
El gobierno libanés planea avanzar con la propuesta que busca limitar las armas a seis fuerzas oficiales para finales de año.
Mientras, continúa la agresión israelí, matando a varias personas sólo esta semana, la propuesta estadounidense de desarmar a Hezbolá busca garantizar que todas las armas estén bajo control estatal para fines de 2025, lo que incluye la implementación de un plan de desarme por etapas.
Source: Diversas