En una declaración emitida la pasada semana al Consejo de Gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica, su director general, Yukia Amano, precisó que Irán estaba cumpliendo sus compromisos nuclesares contenidos en el Plan Global de Acción Conjunta (PGAC) firmado en Viena en 2015.
Él añadió que la Agencia estaba verificando los compromisos asumidos por Irán en base al PGAC desde la entrada en vigor de este último en enero de 2016. Esto incluye un extenso régimen de inspecciones.
“Nosotros cumplimos este deber de una forma imparcial y en virtud de las modalidades incluidas en el Plan Glonal de Acción Conjunta y las estipulaciones del régimen de salvaguardia del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Los compromisos referentes al programa nuclear iraní previstos en el PGAC han sido implementados”, indicó.
De este modo, la agencia de la ONU ha reiterado que Irán cumple con el acuerdo firmado con los 5+1, tal y como había confirmado anteriormente, por su parte, la Unión Europea.
Esto deja a EEUU y la Administración Trump sin ningún pretexto para alegar “un incumplimiento del acuerdo nuclear con Irán”con vistas a materializar sus intenciones de denunciar el acuerdo. La Administración Trump se halla, de hecho, dividida con respecto al acuerdo. Mientras que la embajadora de EEUU en la ONU, Nikki Haley, ha intentado sabotear el acuerdo, el secretario de Estado, Rex Tillerson, parece ser partidario de su continuidad.
La Administración Trump se halla bajo fuerte presión del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, para denunciar el acuerdo nuclear y “contrarrestar la amenaza iraní”.
Este lunes, Netanyahu se entrevistará con el presidente de EEUU, Donald Trump, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, un día antes de la sesión plenaria, señaló el Canal 2 de la televisión israelí, que precisó que Netanyahu, que calificó en su día el acuerdo nuclear de “error histórico”, ha preparado un plan para anular el acuerdo nuclear y quería presentarlo al presidente estadounidense.
Israel ha formulado una “lista de sitios sospechosos” en Irán, pero el OIEA duda de la naturaleza “sospechosa” de tales sitios, algunos de los cuales son bases militares. El diario israelí Haaretz también pretende que “Teherán autoriza la inspección de sus sitios cuando quiere”.
Esta campaña de desinformación ha dado pie a que algunos neocon sionistas, como la mencionada embajadora Nikki Haley, hayan lanzado una campaña para tratar de convencer al OIEA de que inspeccione sitios militares, algo que no viene recogido en el acuerdo nuclear y que Irán rechaza.
Cabe señalar aquí que Israel es el único estado de Oriente Medio que posee armas nucleares y nunca ha admitido inspecciones en sus sitios nucleares.
EEUU ha violado de forma repetida el PGAC también imponiendo sanciones a individuos y empresas de Irán y últimamente el Congreso ha prohibido la venta de aviones civiles y repuestos a Irán, lo cual contradice el acuerdo de forma clara. Todo ello parece una provocación para empujar a Irán a abandonar el acuerdo.
Sin embargo, una denuncia del acuerdo por parte de Washington llevaría, sin embargo, un aislamiento de EEUU con respecto a sus propios aliados, que temen que un hundimiento del PGAC provoque una crisis mundial.
“Las únicas personas en contra de este acuerdo son las facciones pro-israelíes de línea dura en EEUU y eso incluye al presidente estadounidense, Donald Trump, Israel mismo y Arabia Saudí, que funciona en este contexto como una marioneta de esos sectores”, dijo John Steppling a Press TV en una entrevista el sábado.
Source: Al Manar