Las manifestaciones se han extendido por varias regiones de Siria, en particular en la provincia suroccidental de Suweida, en condena a las masacres de alauíes en la región costera del país y en protesta por la injerencia israelí en los asuntos internos de la nación árabe.
Cientos de manifestantes, entre ellos mujeres y niños, se congregaron el viernes en una plaza principal de Suweida para exigir la retirada de los militantes afiliados al régimen gobernante sirio de Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), tras la mortífera violencia sectaria del mes pasado.
Los manifestantes también portaron pancartas pidiendo la apertura de un corredor humanitario desde la vecina Jordania.
Posteriormente, los manifestantes criticaron duramente a las autoridades de HTS por imponer un bloqueo en varias partes de la provincia de Suweida.
El activista Rawan Abu Assaf afirmó que las demandas de los manifestantes incluían “el levantamiento del bloqueo impuesto a la provincia de Suweida y la retirada de las fuerzas de HTS de todas sus aldeas”. Se informó de protestas similares en la provincia suroccidental de Daraa y en la zona rural de Damasco.
Los manifestantes corearon consignas que subrayaban la identidad nacional siria y rechazaron toda forma de intervención militar o política extranjera.
Las manifestaciones reflejaron la creciente indignación pública tanto por la intromisión externa como por la represión interna.
También se criticaron las recientes declaraciones del régimen de HTS sobre una investigación local de los hechos.
Los manifestantes rechazaron la legitimidad del comité, insistiendo en que “el agresor no puede investigar sus propios crímenes” y exigieron una investigación internacional.
Las manifestaciones también exigieron que se revele el paradero de cientos de residentes desaparecidos de Suweida y condenaron la incitación y la desinformación difundidas por funcionarios de HTS y medios de comunicación afiliados.
Los manifestantes instaron a Damasco a permitir la entrada de periodistas extranjeros a Suweida, después de que, según informes, las fuerzas del régimen gobernante impidieran el acceso a la prensa en los últimos días.
La violencia contra la comunidad alauí de Siria persiste tras la brutal campaña llevada a cabo por las fuerzas del HTS en marzo.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), al menos 1.600 civiles alauíes murieron en al menos 55 masacres distintas durante un período de tres días a partir del 7 de marzo. Estas masacres también se caracterizaron por el saqueo organizado y la incineración de residencias alauíes.
Desde la caída del gobierno del presidente Bashar al-Assad, el ejército israelí ha estado lanzando ataques aéreos contra instalaciones militares y arsenales pertenecientes al ahora extinto ejército sirio.
“Israel” ha sido ampliamente condenado por la rescisión del acuerdo de alto el fuego de 1974 con Siria y por explotar el caos reinante en la nación árabe tras la caída de Assad para apropiarse de territorios. Las Naciones Unidas han condenado los continuos ataques israelíes dentro del territorio sirio y las reiteradas violaciones en la zona de amortiguación creada como parte de un acuerdo de alto el fuego de 1974 con Damasco y sus alrededores.
Source: Press TV