Millones de musulmanes shiíes iraníes continuaron hasta bien entrada la noche del martes y durante el miércoles los rituales del Ashura, la conmemoración del martirio del Imam Hussein bin Alí, el Tercer Imam shií, durante la batalla de Karbala en el siglo VII.
Vestidos de negro y con banderas de Irán, hombres y mujeres marcharon por las calles de Teherán y otras ciudades de la nación persa por aniversario de ese episodio decisivo, ocurrido el 10º día del mes Muharram, el primero del calendario islámico.
Las ceremonias de la Tasua, correspondientes al 9º día del mes, y las de Ashura, al día siguiente, obligaron a un fuerte dispositivo de seguridad para proteger a los manifestantes que recitaban pasajes del Corán, y escuchaban sermones.
El Imam Hussein murió junto a otros 72 compañeros en la batalla de Karbala el décimo día del mes de Muharram (el primero del calendario islámico) del año 680, y está enterrado allí, en un santuario levantado sobre el lugar de la batalla, y éste es un punto constante de peregrinación de los musulmanes shiíes. Durante las grandes festividades, como Ashura o el Arbaín, el santuario recibe la visita de más de 20 millones de fieles, el mayor acto de concentración por motivos religiosos del mundo.
Hussein combatió, en una franca minoría, contra un ejército de decenas de miles de hombres del segundo califa omeya, el tirano Yazid I, en defensa de la justicia y contra la opresión y él se convirtió así en un símbolo universal para toda la humanidad. Se le ofreció la vida si prestaba juramento al califa, pero Hussein se negó a hacerlo para salvaguardar las enseñanzas puras del Islam, ya que Yazid era conocido por su corrupción, brutalidad y opresión. Él dijo: “Mejor una muerte digna que una vida de humillación”.
Los devotos iraníes, como todos los shiíes en otras naciones como el Líbano, Bahrein, Iraq, Afganistán, Pakistán, Azerbaiyán, Turquía, Kuwait y muchos otros países, marchan y recitan el Corán mientras realizan cánticos y se golpean el pecho con la mano recordando el martirio de Hussein.
Tradicionalmente, en Irán e Iraq las personas aprovechan la conmemoración durante el Muharram para distribuir “nazri” (ofrecimiento de alimentos, sobre todo golosinas) entre sus vecinos y familiares, así como los necesitados, además de que se brinda comida gratis a quienes asisten a los rituales.
Source: Agencias