Un tribunal federal de EEUU ha declarado ilegales los amplios aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a los productos de varios países, lo que supone un duro golpe a una de las políticas económicas centrales de su administración.
Un panel de tres jueces del Tribunal de Comercio Internacional de Nueva York emitió la decisión tras múltiples impugnaciones legales que sostenían que Trump se extralimitó en sus facultades presidenciales, sometiendo la política comercial estadounidense a decisiones presidenciales arbitrarias y provocando una inestabilidad económica mundial.
Si bien los aranceles generalmente requieren la autorización del Congreso, Trump la eludió alegando que los déficits comerciales del país constituían una emergencia nacional. Esta justificación sin precedentes le permitió imponer unilateralmente aranceles de gran alcance a casi todos los socios comerciales de EEUU el mes pasado, una decisión repentina que desencadenó una importante volatilidad en los mercados.
El panel judicial enfatizó que no estaban evaluando “la prudencia o la probable eficacia del uso de los aranceles por parte del presidente como instrumento”, sino la legalidad de su implementación. Como aclaró el fallo, los aranceles fueron anulados no porque su uso sea imprudente o ineficaz, “sino porque (la ley federal) no lo permite”. El fallo también anuló una serie de aranceles que el gobierno había impuesto a China, México y Canadá, que originalmente se justificaron como medidas para combatir el narcotráfico y la inmigración ilegal a EEUU.
Sin embargo, la decisión del tribunal no se extendió a los aranceles dirigidos a importaciones específicas como automóviles, acero y aluminio, ya que estos fueron autorizados bajo disposiciones legales separadas.
Se espera que el gobierno de Trump impugne la decisión del tribunal, ya que funcionarios de la Casa Blanca rechazaron la intervención del poder judicial. “No les corresponde a jueces no electos decidir cómo abordar adecuadamente una emergencia nacional”, declaró a Reuters el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, en un comunicado formal.
El 2 de abril, Trump implementó un sistema arancelario histórico, introduciendo aranceles que afectaron a casi todas las importaciones estadounidenses.
La política estableció un arancel estándar del 10% para la mayoría de las naciones, al tiempo que aplicó tasas de represalia más altas a varios países y uniones económicas, entre ellos la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá, México y China. El gobierno de Trump afirma que los aranceles crearían empleos en el sector manufacturero nacional y abrirían mercados de exportación en el extranjero, aunque funcionarios advirtieron que los resultados tardarían en verse.
Sin embargo, los economistas consideran que los aranceles podrían reavivar la inflación, aumentar el riesgo de una recesión en EEUU y aumentar los costos para la familia promedio estadounidense en miles de dólares, una desventaja para un presidente que prometió a los estadounidenses reducir el costo de la vida.
Source: Diversas