El líder del Movimiento Ansarulá, Sayyed Abdul Malik Badreddin Al-Huzí, abordó los últimos acontecimientos en la batalla yemení en apoyo a Gaza y la decisión de EEUU de detener sus ataques contra Yemen ante la incapacidad estadounidense para impedir el lanzamiento de misiles yemeníes contra la entidad sionista.
Sayyed Huzí indicó que el enemigo israelí ha continuado su brutal agresión contra Gaza durante 19 meses y persiste en cometer el crimen del siglo.
“La Ummah se encuentra en una situación muy peligrosa cuando ignora al enemigo israelí, que es enemigo de toda la Ummah, no solo del pueblo palestino”.
Sayyed Huzí se preguntó cómo algunos reyes y líderes árabes pueden matar a quienes los critican con razón, sin que la actuación sionista los incite a responder, considerándolos menos que burros y animales. “El denominador común entre los sionistas religiosos y seculares es su afán por dominar nuestra nación para cumplir su proyecto del “Gran Israel”, advirtió Sayyed Huzí. “Se están tomando medidas deliberadas para tomar y controlar por completo la mezquita de Al-Aqsa, lo que puede llevar a su destrucción y a la construcción del supuesto templo por parte de los enemigos”.
“Las operaciones llevadas a cabo por los combatientes en Gaza confirman la eficacia de su postura y su firmeza. Este nivel de resiliencia y sacrificio de los combatientes y del pueblo palestino merece el pleno apoyo y respaldo de la Ummah”.
Sayyed Huzí señaló que Yemen ha reanudado sus ataques contra la entidad de ocupación israelí desde la reanudación de la guerra genocida sionista en Gaza, registrando más de 131 operaciones.
“La operación contra el aeropuerto de Lod (Ben Gurion) tuvo una gran repercusión mundial y generó amplios comentarios de expertos y analistas. Los estadounidenses llevaron a cabo operaciones agresivas contra nuestro país esta semana, con casi 200 ataques aéreos y bombardeos navales”. Uno de los principales objetivos de estadounidenses e israelíes es eliminar nuestras operaciones militares, pero han fracasado, afirmó Sayyed Huzí.
“La operación de Lod expuso la vulnerabilidad del enemigo israelí a los misiles yemeníes y el colapso de las barreras defensivas tanto israelíes como estadounidenses. Las principales aerolíneas anunciaron la suspensión de sus vuelos a la entidad de ocupación, el número de viajeros disminuyó y los sectores turístico y comercial sufrieron importantes pérdidas”.
Sayyed Huzí añadió que el ataque al aeropuerto de Lod obligó a más de tres millones de sionistas a refugiarse y provocó la suspensión de las operaciones en el aeropuerto durante un período significativo, lo que pone de relieve la gravedad del miedo y el pánico generalizado entre los sionistas, que desempeña un papel fundamental en la presión sobre el enemigo israelí.
Indicó que los bombardeos aéreos y navales estadounidenses sobre Yemen superaron los 1.712 ataques aéreos y navales, y añadió que hubo una clara escalada en la segunda ronda de la agresión estadounidense para apoyar al enemigo israelí, pero fracasó estrepitosamente. Ante el fracaso, los estadounidenses llegaron a la conclusión de suspender este apoyo, tal como anunciaron y comunicaron a nuestros hermanos en Omán.
La postura yemení no se basaba, como afirmó Trump, en la súplica y la sumisión de Yemen; esto está lejos de la realidad y es totalmente imposible, afirmó Sayyed Huzí.
“Si los estadounidenses emprenden cualquier ronda de agresión, estamos preparados para enfrentarlos, confiando en Dios Todopoderoso”.
“La escalada de la agresión estadounidense no afectó a nuestra capacidad militar, ni detuvo las operaciones ni influyó en la voluntad popular, que se mantuvo firme cada semana”, según Sayyed Huzí, quien añadió que los yemeníes salieron a las calles en manifestaciones masivas de millones de personas en cientos de plazas y sin precedentes en el mundo. “Nuestra postura de apoyo al pueblo palestino es firme e integral, ya sea bombardeando la Palestina ocupada o imponiendo una prohibición a los barcos israelíes. La verdadera pérdida es cuando una nación o un pueblo pierden su dignidad humana, su fe y su futuro con Dios al sucumbir y rendirse ante el enemigo.”
Source: Al Manar