El presidente de la República, Joseph Aoun, condenó “los intentos de arrastrar una vez más al Líbano al ciclo de violencia”.
Dijo: “Lo que ocurrió hoy en el sur, y lo que ha estado sucediendo desde el 18 de febrero, constituye un ataque persistente contra el Líbano y socava el plan de rescate que todos los libaneses han acordado”.
Hizo un llamado a “todas las fuerzas pertinentes en el sur, especialmente al comité de monitoreo establecido en virtud del acuerdo de noviembre de 2024, y al ejército para que sigan lo que está sucediendo con la máxima seriedad para evitar cualquier repercusión y controlar cualquier violación o negligencia que pueda amenazar al país en estas delicadas circunstancias”.
El presidente Aoun también pidió al comandante del ejército que “tome las medidas de campo necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos e investigue las circunstancias de lo ocurrido”.
El presidente de la Cámara de Representantes, Nabih Berri, pidió al Ejército libanés, a las autoridades judiciales y de seguridad, así como al comité de seguimiento del alto el fuego, que esclarezcan rápidamente las circunstancias de lo ocurrido esta mañana en el sur.
Subrayó que “la primera y última parte que se beneficiará de arrastrar al Líbano y a la región a una gran explosión es “Israel” en sus niveles de seguridad y militar, que han violado la Resolución 1701 y las disposiciones del alto el fuego con más de 1.500 infracciones hasta ahora, mientras que el Líbano y su resistencia se han adherido plenamente a todas las disposiciones de este acuerdo”.
Berri renovó su llamado a todos los libaneses, especialmente a las fuerzas políticas, para purificar el discurso político y unirse en torno al Estado y sus instituciones constitucionales, judiciales, militares y de seguridad.
También subrayó la necesidad de ser conscientes de los peligros que supone crear pretextos para el enemigo incitando al conflicto que le abre las puertas para infiltrarse en el país, atacar al Líbano y su estabilidad y socavarlo como modelo que representa la antítesis del racismo israelí.
El primer ministro Nawaf Salam advirtió sobre las terribles consecuencias de una renovada actividad militar en la frontera sur del Líbano, afirmando que “podría arrastrar al país a una nueva y devastadora guerra”.
Salam se puso en contacto con el ministro de Defensa, Michel Mansi, subrayando la necesidad de tomar todas las medidas de seguridad y militares necesarias para reafirmar que solo el Estado tiene la autoridad sobre la guerra y la paz.
También instó a las Naciones Unidas a intensificar la presión internacional sobre “Israel” para que se retire completamente del territorio libanés ocupado, calificando su presencia de violación de la Resolución 1701 de la ONU y de los acuerdos de alto el fuego aprobados por el gobierno anterior en octubre pasado, con los que el Líbano está comprometido.
El enemigo israelí lanzó el sábado una serie de fuertes ataques aéreos en varias zonas del sur del Líbano, dejando víctimas, incluidos mártires, en una nueva agresión contra el país árabe a pesar del acuerdo de alto el fuego que entró en vigor a fines de noviembre de 2024.
Más temprano el sábado, el ejército de ocupación israelí afirmó que se dispararon tres cohetes desde el sur del Líbano contra el asentamiento israelí de Metula.
Source: Al Manar