Se descubrieron cámaras instaladas por soldados de ocupación israelíes en pueblos y ciudades de la frontera. Inicialmente, estaban destinadas a espiar y vigilar, pero pronto se convirtieron en una herramienta para exponer la presencia de la ocupación y revelar los movimientos de sus soldados.
Estos pequeños, pero muy efectivos, dispositivos son uno de los “ojos” que las fuerzas de ocupación israelíes han colocado en las tierras fronterizas, tomando diversas formas, como rocas o troncos de árboles, en la zona fronteriza, cerca de intersecciones y lugares sensibles cerca de plazas y pasajes que conducen a valles. Esta es una cámara espía israelí que toma fotografías automáticamente cuando detecta cualquier movimiento que pasa frente a ella.
El proceso de implantación del dispositivo pasa por varias etapas, comenzando con su preparación dentro de los sitios militares en los territorios ocupados, luego su traslado a territorio libanés, donde es instalado en puntos sensibles para monitorear sitios vitales en la ciudad fronteriza. Se observa que los soldados israelíes procuraron ocultarlo en lugares completamente destruidos y camuflados.
Pero lo curioso es que este dispositivo, que se suponía era una herramienta de inteligencia, documentó los movimientos de los vehículos y soldados de ocupación, además de los movimientos de las fuerzas internacionales de la FPNUL en la región, a través de cientos de fotografías. Cuando volvemos a las imágenes grabadas poco antes de la retirada de la ocupación, vemos los intentos de los soldados israelíes de reforzar y camuflar el dispositivo de forma que se adapte a la naturaleza del lugar.
Sin embargo, las cosas fueron en contra de lo que la ocupación había planeado, ya que las últimas imágenes tomadas por el dispositivo, después de las de los soldados en la mañana de la retirada, fueron imágenes de perros y zorros, además de documentar los efectos de los crímenes de la ocupación, ya que documentó la destrucción que sufrió una de las mezquitas, que el odio israelí había convertido en escombros antes de abandonar.
Source: Al Manar