Las pugnas por un real poder político más que religioso entre los grupos terroristas en Siria parecen demostrar el conocido dicho de que tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe.
Los más recientes hechos suceden en zonas de la provincia de Hama, colindante con la de Idleb, donde murió Abu Osama Yidraa, jefe militar de Ahrar al Sham, en violentos choques armados con elementos del Yund al Aqsa.
Según las informaciones, en el lenguaje habitual de absoluta agresividad, Abu Yusuf Muhajir, portavoz de Ahrar al Sham, dijo que seguirán el combate contra la gente de Yund porque ‘la espada es la que decide y no las negociaciones’.
La confrontación se inició con una campaña de detenciones mutuas entre las dos partes en las ciudades de Sarmin y Saraqueb, con choques en Jan Sheikhun que se extendieron a las regiones de Maart Al Numan, Hamedyah, Yernaz, Sarmada y Mastuma, lo cual convirtió a la provincia de Idleb en un escenario de enfrentamiento total.
De acuerdo con datos comprobados, la verdadera razón radica en que Ahrar el Sham teme que Yund al Aqsa cree su propio emirato en el campo norte de Hama y pueda conectarse con las zonas del EI, en el este de Hama. El Yund al Aqsa no oculta su simpatía hacia el EI
Fuentes militares indicaron que 16 facciones anunciaron en un comunicado conjunto su apoyo a Ahrar el Sham contra Yund al Aqsa, entre ellas la Legión del Sham, el Yaish al Muyahidin, el Yaish al Islam y el Frente Levantino.
Mientras, el Fatah al Sham, antes Al Nusra, trata de mantener las mediaciones entre las dos partes, a pesar del hecho de que varios de sus grupos afiliados participaron en los combates de un bando contra el otro.
Todo indica que el ex Al Nusra, dominante entre las organizaciones terroristas en Idleb y el cual encabeza los ataques en Alepo, intenta evitar mayores confrontaciones que llevan a un choque directo con el EI, presente también y con influencia al norte de la provincia de Alepo, fronteriza con la de Idleb.
Source: PL