El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, anunció el 26 de noviembre que Tel Aviv acepta un acuerdo de alto el fuego con el Líbano.
En un discurso después del final de una sesión del gabinete de seguridad, dijo que la firma de un acuerdo con el Líbano permite a “Israel” centrarse en “la amenaza iraní”, y añadió que Tel Aviv está “transformando la fisonomía de la región”.
Añadió que esto también permitirá que las tropas israelíes descansen y repongan las existencias de armas, admitiendo así indirectamente la mala situación del ejército israelí.
Prometió que “Israel” “responderá con la fuerza” y recurrirá a acciones militares si se viola el acuerdo.
El líder de la oposición israelí, Yaïr Lapid, criticó violentamente este anuncio y afirmó que “el gobierno israelí ha sido arrastrado hacia el alto el fuego. Cualquier acuerdo con Hezbolá no borrará la vergüenza y se debe llegar a un acuerdo (en Gaza) para recuperar a los cautivos y devolver a todos los residentes a sus hogares”, insistió.
Según un informe del Canal 12 de “Israel”, el texto del acuerdo en sí es ambiguo e indicó que “el regreso de los norteños a sus hogares no será inmediato tras el acuerdo con el Líbano”. “Existe un dilema entre los norteños, con una verdadera confusión sobre si hay un lugar al que regresar”, añadió.
La Radio del Ejército israelí dijo que el texto incluye el derecho de “Israel” y el Líbano a la autodefensa, en consonancia con informes anteriores. Dijo que “Israel” debe informar cualquier violación al comité liderado por EEUU que supervisa la implementación del acuerdo y que se reunirá dependiendo de la gravedad de la violación. El acuerdo se basa en la Resolución 1701 de las Naciones Unidas.
El columnista político israelí de la cadena Kan presentó lo que llamó “problemas” en el acuerdo con el Líbano, ya que “no existe una zona de amortiguación que mantenga a la población del sur del Líbano alejada de la línea fronteriza, es decir, de la frontera con la Palestina ocupada” con el fin de garantizar la seguridad de los colonos.
“También es ridículo que quienes impongan el acuerdo en el sur del Líbano sean el ejército libanés y la FPNUL”, según él.
El acuerdo fue recibido con descontento por los pobladores que viven en el norte de la entidad.
David Azoulay, jefe del Consejo de Metula, dijo que “no permitirá que los residentes regresen” al asentamiento fronterizo, diciendo: “Pido a los residentes que no regresen a vivir en el norte, sino que vayan y se dispersen en Tel Aviv. Abandonemos el norte.”
Dodo Stroll, un colono de Kiryat Shmona, envió una carta a Netanyahu diciendo: “Sin seguridad y calma, no regresaremos”.
A su vez, el jefe del consejo regional Meta Asher, que incluye varios asentamientos de Galilea occidental, advirtió que ““Israel” se encontrará en los próximos años con un Hezbolá más fuerte y sólido, si se firma el acuerdo”. Y continuó con miedo: “Esto lo pagaremos con nuestra sangre.”
Por su parte, Hezbolá expresó sus dudas sobre el compromiso del primer ministro de la ocupación.
“Necesitamos examinar cuidadosamente los puntos que Netanyahu acordó antes de que el gobierno firme (el acuerdo) mañana”, dijo Mahmud al-Qamati, jefe adjunto del Consejo Político de Hezbolá, al canal qatarí Al-Jazeera.
“Dudamos que Netanyahu cumpla sus compromisos. Nos ha acostumbrado a su perfidia. No le permitiremos que tienda una trampa en relación al alto el fuego”, subrayó.
Source: Diversas