La militarización occidental del Mar Rojo y los brutales ataques aéreos en Yemen no han disuadido a Ansarulá de continuar su campaña naval.
El buque de guerra USS Nicholson fue reposicionado lejos de Yemen después de sufrir un reciente ataque de los yemeníes, informó el periódico Al-Akhbar el 15 de noviembre, un día después de que el líder de la resistencia yemení, Abdel-Malik Badreddin al-Huzí, confirmara que el portaaviones USS Abraham Lincoln fue también obligado a tomar esta decisión.
“El (barco) Nicholson fue remolcado al Océano Pacífico después de ser atacado… Su reposicionamiento no impedirá que sea atacado (nuevamente) si se utiliza para llevar a cabo actos hostiles contra Yemen”, dijo Al-Akhbar, citando fuentes militares informadas en Sanaa.
En su discurso del jueves por la noche, el comandante huzí dijo que después de “retirarse cientos de kilómetros”, el portaaviones USS Abraham Lincoln se estaba “moviendo hacia el Golfo de Omán o alrededor del Océano Índico, o en el Mar Arábigo, con cuidado y a cubierto.” Dijo que “en algunos casos, el portaaviones estadounidense navegó cerca de ciertas costas africanas por temor a ser atacado”.
El líder de la Resistencia confirmó la declaración emitida por las fuerzas armadas del gobierno de Sanaa en Yemen el 12 de noviembre afirmando que “además del ataque al portaaviones en el Mar Arábigo, dos buques de guerra estadounidenses fueron alcanzados en el Mar Rojo”.
Desde que Sanaa lanzó sus operaciones navales contra barcos asociados con “Israel” y comenzó a atacar buques de guerra estadounidenses después del inicio de la violenta campaña militar de Washington contra Yemen, el mundo occidental –y principalmente los ejércitos occidentales– se ha quedado atónito y tomado por sorpresa por las capacidades de las fuerzas yemeníes.
Los misiles de Ansarulá y el ejército yemení “son capaces de llevar a cabo operaciones que son simplemente increíbles”, dijo el miércoles el secretario de Defensa estadounidense para Adquisiciones y Sostenimiento, Bill LaPlante, en un evento, expresando que las operaciones en Yemen “son cada vez más preocupantes”.
“Soy ingeniero y físico, y durante toda mi carrera me he enfrentado a la cuestión de los misiles. Pero lo que he visto en las operaciones llevadas a cabo por los huzíes durante los últimos seis meses es algo realmente sorprendente”, añadió LaPlante.
Un informe publicado el 15 de noviembre por The National Interest señala que el reciente ataque yemení a buques de guerra estadounidenses “puso de manifiesto las vulnerabilidades” de la flota norteamericana.
El USS Abraham Lincoln no es el primer portaaviones atacado por Yemen, que atacó al USS Eisenhower dos veces en 24 horas durante el verano.
Un escritor estadounidense especializado en temas de defensa y seguridad nacional dijo a The National Interest que Eisenhower pasó un “grave susto” durante su enfrentamiento con Ansarulá a principios de este año.
Según el comandante del USS Carney y otros miembros de la tripulación del buque de guerra, el ejército yemení representa una amenaza sin precedentes para la Armada estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial.
Las iniciativas europeas para disuadir a Sanaa también han fracasado. El comandante de la misión militar de la UE en el Mar Rojo afirmó en mayo que no tiene suficientes barcos para hacer frente a las operaciones marítimas de las fuerzas armadas yemeníes.
Source: The Cradle a través de Spirit of Free Speech