Seis años después de la crisis en Siria diera comienzo, la Administración Trump ha decidido finalmente abandonar su apoyo a los rebeldes “moderados” en el país, una acción que violaba el Derecho Internacional, que prohíbe respaldar a grupos insurgentes que buscan derrocar al gobierno de otro estado.
Según el Washington Post, Trump decidió poner fin al programa encubierto de la CIA para armar y entrenar a los militantes que luchan contra el Ejército sirio. El programa para armar a estos grupos fue iniciado por la CIA en 2013 y su objetivo era derribar al gobierno de Bashar al Assad. Sin embargo, las armas suministradas por la CIA acabaron en manos de Al Qaida y el EI en muchas ocasiones.
Por otro lado, el programa fue congelado a principios de año, ya que estos grupos han estado utilizando las armas suministradas por la CIA para combatir unos contra otros y parecen cada vez menos interesados en luchar contra el Ejército sirio o el EI.
Esta decisión tendrá probablemente graves implicaciones para los grupos financiados por EEUU, como el llamado Ejército Sirio Libre, que están situados en el Sur de Siria, cerca del paso fronterizo de Al Tanf.
Aunque la CIA no quiso comentar esta información, un responsable de la agencia dijo al Washington Post que Trump decidió poner fin al programa de la agencia un mes antes del encuentro del 7 de Julio con el presidente ruso, Vladimir Putin. “Ésta es una decisión trascendental… Putin ganó en Siria”, manifestó el responsable bajo la cobertura del anonimato.
“Es probablemente un sometimiento a la realidad”, dijo Ilan Goldenberg, un antiguo responsable de la Administración Obama y director del Programa de Seguridad del Oriente Medio en el Centro para una Nueva Seguridad Americana.
Una vez que este cambio de política sea plenamente implementado, se espera que el Ejército estadounidense evacúe a sus tropas de la base de Al Tanf y las conduzca al territorio controlado por los kurdos en Hasakah, dejando así que los militantes del ESL hagan frente por sí solos al Ejército sirio.
El plan no incluye a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una fuerza dominada por los kurdos situada en el norte de Siria, que se ha beneficiado del suministro de armas pesadas y vehículos acorazados en los últimos meses.
Source: Al Masdar News