Casi 3.000 colonos sionistas, encabezados por el ministro extremista Itamar Ben Gvir, irrumpieron en la mezquita Al-Aqsa el martes, provocando la indignación entre el pueblo palestino y las facciones de la resistencia.
Cientos de colonos israelíes entraron este martes a la mezquita Al Aqsa, lugar sagrado musulmán en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este (conocido como Monte del Templo por los judíos), para realizar rituales bajo la protección de la Policía israelí, a pesar de que,… pic.twitter.com/rl8kMLbchA
— Palestina Hoy (@HoyPalestina) August 13, 2024
El Waqf islámico, una fundación islámica conjunta jordano-palestina que gestiona los asuntos de la mezquita, anunció el martes que al menos 2.958 colonos irrumpieron en el recinto sagrado desde la mañana, violando acuerdos de décadas de antigüedad que estipulan que sólo los musulmanes pueden rezar en el lugar de la Ciudad Vieja de Al-Quds (Jerusalén).
El llamado ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir, su compañero ministro de Otzma Yehudit Yitzhak Wasserlauf y el diputado del Likud Amit Halevi estaban entre la multitud que irrumpió en Al-Aqsa.
Respaldado por docenas de fuerzas policiales israelíes, Ben Gvir dijo: “Nuestra política es permitir la oración judía en el Monte del Templo”, utilizando el nombre judío que se refiere a la mezquita Al-Aqsa.
A los no musulmanes se les ha permitido visitar el lugar bajo la supervisión del Waqf islámico. Sin embargo, las autoridades de ocupación israelíes han pasado por alto el Waqf durante mucho tiempo, permitiendo que los colonos israelíes asalten el lugar sagrado bajo la protección de fuerzas fuertemente armadas, a menudo precedidas por la expulsión por la fuerza de los fieles musulmanes.
La resistencia advierte
Por su parte, las facciones de la resistencia palestina advirtieron contra la provocación.
Hamas dijo que asaltar la mezquita de Al-Aqsa “significa ir más allá de la agresión contra nuestro pueblo, así como provocar los sentimientos de la nación musulmana”.
El grupo de resistencia palestino subrayó, mientras tanto, que tales acciones “no lograrán judaizar la mezquita sagrada ni cambiar su identidad islámica”.
Por su parte, el movimiento Yihad Islámica advirtió que la acción de Ben Gvir “inflama la guerra en curso contra Gaza, Al-Quds y Cisjordania”.
“Estas incursiones confirman que los planes sionistas de judaizar Al-Aqsa están en marcha y continúan”.
El grupo de resistencia palestino también criticó el silencio internacional sobre la acción israelí, subrayando que esta conducta “significa la complicidad de la comunidad internacional en los crímenes israelíes” cometidos contra el pueblo palestino.
Jordania y Egipto condenan el asalto
Egipto ha denunciado el asalto a la Mezquita de Al-Aqsa por parte de los miembros extremistas del gabinete israelí, de conjunto con la invasión de cientos de colonos judíos y sus prácticas provocadoras en los patios del enclave, además de la imposición de restricciones a la entrada de fieles musulmanes al lugar.
En su declaración, las autoridades egipcias han calificado estas acciones “irresponsables y provocadoras” como una violación del derecho internacional y del estatus histórico y legal en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), en un contexto marcado por la guerra genocida del régimen de Israel contra la Franja de Gaza.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de Jordania ha enfatizado que las acciones provocadoras de extremistas israelíes y las restricciones al acceso de los fieles a la Mezquita de Al-Aqsa constituye una flagrante violación del derecho internacional y del estatuto histórico y jurídico de Al-Quds y sus lugares sagrados.
Source: Diversas (traducido por el sitio de Al Manar en español)