El viceministro de Asuntos Exteriores y Expatriados de Siria, Bassam Sabbagh, consideró este miércoles que su país y Rusia enfrentan múltiples desafíos conjuntos y trabajan para poner fin a la hegemonía unipolar.
El más importante de estos retos son las medidas coercitivas unilaterales impuestas por los países occidentales con el objetivo de ejercer presión política y económica sobre Damasco y Moscú, dijo el vicecanciller durante un simposio organizado por el Instituto Diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores con motivo del 80 aniversario de las relaciones sirio-rusas.
Opinó que los cambios que está presenciando el mundo sugieren el surgimiento de un sistema multipolar y el fin de la hegemonía de la unipolaridad.
El nuevo orden se basa en el principio de igualdad entre los países, el respeto a su soberanía e independencia, la no injerencia en sus asuntos internos y el fin de las imposiciones hegemónicas, aclaró el diplomático.
Dijo que lo anterior promete un futuro mejor para los dos países y para toda la humanidad.
Sabbagh señaló que las relaciones sirio-rusas han pasado por etapas importantes desde su establecimiento oficial en 1944 hasta la fecha.
Quizás el apoyo brindado por la Federación Rusa a Siria desde 2011 hasta ahora en la lucha contra el terrorismo es el momento más importante de estos nexos, añádele el uso del veto en el Consejo de Seguridad de la ONU en numerosas ocasiones para impedir la aprobación de planes occidentales hostiles a Siria, precisó.
A su vez, el director del Instituto Diplomático, el embajador Imad Mustafa, consideró que un nuevo mundo se está formando y el futuro de los dos países es prometedor.
Todos los desafíos que enfrentan Rusia y Siria llevaron a una mayor fortaleza en las relaciones y una mayor solidez en la comprensión de los dos países de su asociación estratégica hacia un sistema libre de la hegemonía occidental, opinó.
Source: Prensa Latina