El principal partido de oposición de Turquía se adjudicó la victoria en Estambul y Ankara en las elecciones locales, infligiendo la mayor derrota al presidente Recep Tayyip Erdogan y su Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en más de dos décadas.
Con más del 95 por ciento de las urnas abiertas en Estambul el domingo, el alcalde Ekrem Imamoglu del Partido Popular Republicano (CHP) dijo que había derrotado al candidato del AKP por más de un millón de votos.
En la capital, Ankara, el alcalde del CHP, Mansur Yavas, proclamó la victoria sobre su rival y elogió el resultado como un “mensaje claro para quienes gobiernan este país”.
El CHP también iba por delante en Izmir, la tercera ciudad de Turquía.
El CHP obtuvo el 37,75% de votos en las elecciones frente al 35,48% del AKP. A esto hay que añadir un 21% de votos conseguido por otros partidos opositores.
Al dedicar toda su energía a hacer campaña a favor de los candidatos a alcalde de su partido, Erdogan dio a las elecciones locales una resonancia nacional y las convirtió en un referéndum de facto sobre él y su partido.
Esto fue especialmente cierto en Estambul, la megalópolis y potencia económica del país donde Erdogan tuvo su propio comienzo político y que deseaba desesperadamente recuperar de manos de la oposición.
La respuesta de los votantes fue clara: el partido gobernante no sólo no logró recuperar el control de Estambul y de la capital, Ankara, de manos de la oposición, sino que perdió terreno en otras ciudades importantes del país, incluida la conservadora región de Anatolia, que había sido considerada un bastión del AKP.
“La mayor derrota electoral de la carrera de Erdogan”, así describió Berk Esen, politólogo de la Universidad Sabanci, las elecciones, en las que el principal partido de la oposición, CHP, obtuvo “su mejor resultado desde 1977”.
Las elecciones tuvieron lugar en un contexto económico sombrío: una inflación del 67 por ciento y una devaluación masiva de la lira, que ha afectado profundamente las vidas de la mayoría de los turcos.
“Cuando los turcos votan, la situación en la cocina o en el plato cambia la tendencia electoral”, dijo a AFP Ali Faik Demir, politólogo de la Universidad Galatasaray.
¿El ocaso de Erdogan?
Erdogan está en el poder en Turquía desde 2003, cuando asumió el cargo de primer ministro. Fue elegido presidente en 2014 y reelegido dos veces desde entonces, la más reciente en 2023. Esto le da la permanencia como presidente hasta 2028.
Durante su estancia en la cima, ha sobrevivido a muchas tormentas, incluidas enormes protestas de la oposición en 2013 que envolvieron a la gran mayoría del país y un intento de golpe de estado en 2016.
Algunos analistas ya habían sugerido que la pérdida de Estambul y la capital Ankara ante la oposición en las últimas elecciones municipales de 2019 marcó un punto de inflexión en la suerte de Erdogan y su partido. El duro golpe asestado esta vez podría resultar fatal, han dicho algunos observadores.
Incluso antes de las elecciones del domingo, Erdogan había sugerido que las elecciones de 2023, en las que fue reelegido presidente con el 52 por ciento de los votos, serían las últimas.
Source: Agencias