El Tribunal Superior de Riad en Arabia Saudí ratificó el jueves 25 de de mayo la pena de ejecución de 14 jóvenes saudíes de la región de Qatif acusados de participar en las protestas populares que estallaron a raíz de la primavera árabe en 2011. Su veredicto fue trasladado a la corte real para su aprobación.
Según los expertos legales, su interrogatorio y juicio han estado lleno de graves irregularidades.
Todos los acusados fueron juzgados por un tribunal penal diseñado especialmente para los casos relacionados con el terrorismo y supervisado por el Ministerio del Interior. Hay que señalar que las autoridades saudíes utilizan el término “terrorismo” para referirse a cualquier protesta contra el régimen, que no se siente vinculado por las leyes internacionales sobre derechos humanos y libertades fundamentales, incluyendo los derechos de reunión y manifestación.
Ninguno de los acusados tuvo derecho a un abogado durante el interrogatorio y todos han sufrido torturas físicas y psicológicas para lograr una confesión falsa preparada de antemano.
Un familiar de uno de los acusados dijo que éstos fueron llevados ante el tribunal sin que les fuera notificado y no dispusieron de abogados hasta que tuvo la primera sesión de aquel.
En enero de 2016 fueron ejecutados Sheij Nimr al-Nimr y otros activistas que habían exigido reformas políticas en esta monarquía absolutista gobernada durante más de un siglo con mano de hierro por la familia Al Saud, con el apoyo de las potencias occidentales.
Las penas de muerte suelen llevarse a cabo por decapitación en el reino wahabí.
Source: Al Manar