Mientras el presidente de EEUU, Donald Trump, ha concluido su viaje por Oriente Medio sobre el trasfondo de contratos de armamento de casi medio billón de dólares, promesas de “contrarrestar” el poder de Irán en la región y un incremento de la represión contra los shiíes en Bahrein y Arabia Saudí, Rusia fue el país anfitrión el pasado 23 de mayo de un encuentro crucial. Los secretarios de los Consejos de Seguridad Nacional de los países aliados de Siria se reunieron en una cumbre en Zavidovo, al norte de la capital rusa, Moscú.
En esta reunión, organizada a iniciativa de Irán y Rusia, tomaron parte, además del secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, y de Rusia, Nikolai Patrushev, sus homólogos de Iraq y Siria, Falah Fayad y Ali Mamluk respectivamente.
Los cuatro líderes detallaron uno a uno los puntos de la estrategia de sus países para luchar mejor contra el terrorismo, al tiempo que subrayaron el papel “constructivo” de la coalición Irán-Siria-Iraq-Rusia en la lucha contra ese fenómeno, así como en la gestión de las crisis regionales.
Ellos hicieron hincapié en la necesidad de combinar los “esfuerzos militares” en Siria e Iraq, y especialmente en esta región que se encuentra entre las fronteras entre los dos estados con el propósito específico de “prevenir un resurgimiento de grupos terroristas en la región”.
Los participantes en esta reunión condenaron con firmeza “las declaraciones provocadoras y no constructivas” emitidas en la reciente cumbre de Riad, “que no harán más que desestabilizar Oriente Medio”. Los intervinientes revelaron la “esterilidad” e “ineficacia” de las coaliciones, tales como la anunciada en Riad. Son las coaliciones formadas por estados que luchan realmente contra el terrorismo las que funcionan, se señaló.
El acento de la cumbre fue puesto en la necesidad de proseguir la estrecha cooperación entre Rusia, Irán y Turquía para cumplir el acuerdo de Astana-4, que prevé la creación de cuatro zonas de distensión en el suelo sirio.
También se hizo hincapié en la importancia del combate ideológico contra los terroristas. “La toma de Faluya o Mosul en Iraq y de Alepo en Siria no significa el fin de la ideología takfiri. Para erradicarla definitivamente hace falta identificar las raíces de esta ideología y sus fuentes de financiación”, dijo el contraalmirante Shamjani a sus homólogos.
Al final de los debates, las cuatro partes decidieron organizar encuentros regulares para coordinar mejor la lucha contra el terrorismo takfiri.
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