En el undécimo día de la agresión israelí contra Gaza, el ejército ocupante cometió este martes por la mañana nuevas masacres, dejando decenas de mártires y heridos.
El corresponsal de Al-Manar informó de 28 mártires tras las incursiones sionistas contra una casa de la familia “Zarob” en la gobernación de Rafah, al sur de Gaza.
Los aviones de ocupación también bombardearon objetivos civiles en Jan Yunis. Nuestro corresponsal afirmó que más de 23 ciudadanos fueron mártires y otros 50 resultaron heridos tras estos ataques.
También se reportó la desaparición de 1.200 personas, entre ellas 500 niños, bajo los escombros, tras los continuos bombardeos israelíes contra Gaza, dijo el Ministerio de Salud palestino.
51 familias palestinas fueron eliminadas de los registros, tras el martirio de todos sus miembros.
El equivalente a un cuarto de bomba nuclear
En este contexto, el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos reveló que el ejército de ocupación israelí lanzó municiones sobre la Franja de Gaza con una intensidad equivalente a un cuarto de una bomba nuclear.
El observatorio indicó que “Israel” está matando actualmente a 14 palestinos por hora en promedio en su ofensiva contra Gaza.
El Observatorio también subrayó que “Israel” siguió intensificando sus ataques aéreos y de artillería contra toda la Franja de Gaza, que destruyeron en particular barrios residenciales enteros y provocaron la aniquilación de al menos 82 familias, entre ellas al menos cinco miembros que murieron en horribles masacres.
Destrucción de más de 17.000 edificios
Los ataques israelíes provocaron la destrucción de más de 17.000 edificios y dañaron cerca de 87.000 viviendas.
Hasta 73 escuelas, 61 empresas de medios de comunicación, 18 mezquitas y 165 unidades industriales fueron demolidas, añadió.
Más de 12.000 mártires y heridos
Además, el número de víctimas de los bombardeos israelíes contra civiles aumenta de una hora a otra y actualmente asciende a 2.837 mártires, entre ellos más de 1.000 niños, y decenas de miles de heridos y desplazados.
Peor aún, los hospitales se ven amenazados con suspender sus actividades, abrumados por una afluencia sin precedentes de víctimas, que ascienden a miles, y enfrentando una escasez de reservas de medicamentos y cortes recurrentes de electricidad y agua.
Sin mencionar el hecho de que los ejecutivos médicos y paramédicos son atacados, sus hogares destruidos y sus familias diezmadas… Una tragedia increíble que va más allá de toda imaginación.
Source: Diversas