“Israel” ha vinculado el eventual reconocimiento del dominio de Marruecos sobre la disputada región del Sáhara Occidental al hecho de que el país del norte de África sea el anfitrión de una reunión repetidamente pospuesta entre funcionarios israelíes y los ministros de Relaciones Exteriores de cuatro estados árabes involucrados en acuerdos de normalización negociados por EEUU.
El ministro de Relaciones Exteriores de “Israel”, Eli Cohen, dijo a los periodistas el lunes que anunciarán la “decisión final” sobre el reconocimeinto de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental en el foro que se espera que tenga lugar en septiembre u octubre.
“Actualmente estamos trabajando en este tema y esperamos tomar la decisión final en el Foro del Neguev”, dijo Eli Cohen.
Anteriormente, a fines de junio, el presidente del parlamento israelí, Amir Ohana, dijo durante su visita a Marruecos que “Israel” pronto anunciaría su apoyo a las reivindicaciones de soberanía de Rabat sobre la región del Sáhara Occidental, que la ONU aún considera un territorio no autónomo cuyo estatus queda por determinar.
Marruecos, citando la represión de “Israel” y las crueles acciones contra los palestinos, pospuso el Foro el mes pasado.
Inicialmente programado para el verano de 2023, el evento fue pospuesto por Marruecos. El 23 de junio, el jefe de la diplomacia marroquí anunció su aplazamiento debido al “contexto político”. En particular, señaló que Rabat había “rechazado la reciente decisión del gobierno israelí de expandir las actividades de asentamiento en Cisjordania”.
El llamado Foro de Neguev se creó luego de una cumbre de marzo de 2022 organizada por el ex diplomático israelí Yair Lapid en el kibutz Sde Boker, en el desierto de Neguev.
El objetivo del foro es fortalecer la cooperación entre Bahrein, “Israel”, Marruecos, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y EEUU. Estos son los países involucrados en los Acuerdos de Abraham, acuerdos negociados por EEUU entre “Israel” y los países árabes para normalizar las relaciones diplomáticas.
Marruecos anexionó la vasta región del Sáhara Occidental, una antigua colonia española, en 1975 y desde entonces ha estado en conflicto con el Frente Polisario respaldado por Argelia, un movimiento que busca establecer un estado independiente en el territorio.
Marruecos controla actualmente el 80% de la región, incluidos sus depósitos de fosfatos y las aguas de pesca. Construyó un muro de unos 2.700 kilómetros de largo que cruza el territorio en disputa para mantener a los combatientes del Frente Polisario alejados del área rica en recursos.
La población indígena del Sáhara Occidental se opone en su mayor parte al control marroquí y ha pedido la independencia del país norteafricano y un referéndum sobre su autodeterminación, que ha sido prometido en resoluciones de la ONU.
La ONU desplegó la misión de mantenimiento de la paz MINURSO en la región para monitorear el alto el fuego de 1991 y organizar un llamado referéndum sobre el estatus de la región.
Sin embargo, los enviados del organismo mundial no lograron preparar el terreno para un referéndum sobre el futuro del Sáhara Occidental.
Marruecos se convirtió en el cuarto país árabe tras Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Sudán en alcanzar un acuerdo de normalización con “Israel”, que fue negociado por la administración del ex presidente estadounidense Donald Trump durante sus últimos días en el cargo.
Como parte del controvertido acuerdo, Trump acordó reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
El actual presidente estadounidense, Joe Biden, no ha tomado medidas para hacer efectivo sobre el terreno el reconocimiento de la soberanía de Marruecos anunciado por su antecesor.
Source: Diversas