La ocupada Cisjordania amaneció este miércoles en estado de ebullición tras el asedio de las tropas israelíes a tres localidades del territorio, lo cual amenaza con provocar una escalada de violencia en la región.
Escuelas y comercios de varias ciudades palestinas como Ramalá, Al Jalil (Hebrón) y Tulkarem amanecieron este miércoles cerrados en solidaridad con los habitantes del campamento de refugiados de Shuafat y del poblado de Anata, bloqueados desde hace cinco días, y la urbe de Nablus, cercada hace unas horas.
También se reportan choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad israelíes en diversos puntos de la geografía cisjordana, entre ellos la ciudad de Belén.
Según informes de medios de prensa palestinos, en las dos primeras localidades cercadas, con una población total de 130.000 personas, ya comienzan a escasear los productos de primera necesidad.
Los militares bloqueron Shuafat el sábado por la noche como parte de la cacería contra un atacante palestino que mató horas antes a una soldado en un punto de control en Jerusalén.
Esta madrugada también cerró los accesos hasta nuevo aviso de Nablus, una de las ciudades más pobladas de la Ribera Occidental.
En las últimas semanas se multiplicaron los ataques desde esa urbe contra las patrullas y retenes militares israelíes.
Ante la situación, la cancillería palestina condenó los castigos colectivos ejecutados por las autoridades de Tel Aviv, a las que acusó de imponer un régimen de apartheid.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos de Al-Quds (Jerusalén) anunció que el Gobierno mantienen intensos contactos internacionales para obligar a los ocupantes israelíes a levantar los asedios.
Este crimen de guerra afectó todos los aspectos de la vida en los barrios palestinos, incluido el proceso educativo, comercial y de salud, e impidió que cientos de pacientes llegaran a los centros médicos para recibir tratamiento, denunció en un comunicado.
Varios partidos y milicias como el Movimiento de Resistencia Islámica, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina también llamaron a la movilización popular y a enfrentarse a los ocupantes.
Source: Prensa Latina