¿Está Bin Salman realmente decidido a acercarse a Rusia y China y unirse a la guerra contra el dólar o se dedica principalmente a maniobras de distracción diseñadas para demostrarle a Biden que tiene más opciones que EEUU?
El viernes 15 de abril, Mohammed bin Salman telefoneó al presidente chino Xi Jinping y recibió otra llamada al día siguiente del presidente ruso Vladimir Putin, lo que reavivó las especulaciones sobre la voluntad de un príncipe recalcitrante que podría estar tratando de darle la espalda a su aliado estratégico, EEUU, desde hace 80 años.
La agencia de noticias saudí SPA no se desvió de las frases tradicionales al explicar lo sucedido durante la llamada de Bin Salman al presidente chino, en la que las dos partes discutieron aspectos de las relaciones bilaterales y los esfuerzos para fortalecerlas.
En parecidos términos se expresó la agencia de noticias china Xinhua, que tampoco ofreció más detalles, excepto el énfasis del presidente chino en la importancia de las relaciones chino-saudíes a la luz de los profundos y complejos cambios por los que atraviesa el escenario internacional y regional.
Esto se produce en medio de una disputa entre el gobierno saudí y el estadounidense, en especial tras la negativa de MBS a la petición del presidente Joe Biden de aumentar la producción de petróleo para reducir los precios del crudo tras el aumento sin precedentes del precio de la gasolina en EEUU en el trasfondo de la continuación de la guerra ruso-ucraniana y las sanciones de EEUU sobre el gas y el petróleo rusos.
Bin Salman, al parecer, tomó deliberadamente la iniciativa de contactar al presidente chino para confirmar su seriedad en lo que se refiere a las relaciones con China, especialmente porque EEUU no ha dejado de lado el asunto del asesinato del opositor saudí Yamal Khashoggi.
¿Fortalecerá MBS la presencia china en tierras saudíes? ¿Le prometió Bin Salman al presidente chino que abandonaría el dólar estadounidense y usaría el yuan chino para pagar los contratos petroleros firmados con China? ¿O la llamada fue solo un desafío político a Biden para llamar su atención y nunca irá más allá de las frases reportadas por las agencias de noticias de los dos países?
Una cosa es cierta: el petroyuan, que poco a poco tiende a fortalecerse, recibiría un fuerte espaldarazo si la Arabia de los Salman, que abastece el 17% de las necesidades petroleras de China, optara por usarlo. Sin embargo, una alianza es en principio algo a largo plazo y MBS no tiene nada contra EEUU sino contra Biden. Tampoco tiene la fuerza o la voluntad para hacer frente a EEUU y, como subordinado de los estadounidenses, no tiene derecho a profanar el dólar ni a debilitarlo.
Source: Press TV