En el noveno día de la guerra israelí contra el Líbano en 2006, el enemigo israelí se dio cuenta de que la fuerza aérea no podía tener la última palabra en la batalla.
Los comandantes israelíes ordenaron el jueves 20 de julio de 2021 a los soldados de ocupación que hicieran más intentos de incursión terrestre en las áreas fronterizas del sur. Sin embargo, los guerrilleros de la Resistencia estaban completamente preparados para convertir las ciudades del sur del Líbano en un cementerio para los invasores. Los enfrentamientos tuvieron lugar en dos frentes: Marun Al Ras, cerca del llamado asentamiento israelí de Avivim, y el otro en el triángulo de Zareet-Marwahin-Ramieh.
Más de una docena de soldados israelíes murieron o resultaron heridos cuando Hezbolá adoptó las tácticas de la guerra de guerrillas. Varios tanques Merkava fueron destruidos y un helicóptero también fue derribado en los enfrentamientos.
Mientras tanto, los guerrilleros de la Resistencia mantuvieron los ataques de cohetes y misiles lanzados contra las ciudades ocupadas de Safad, Haifa, Taberias y otras.
El enemigo israelí, ese día, siguió adelante con su agresión. El número de ataques aéreos que alcanzaron las zonas del sur, el Suburbio del Sur de Beirut (Dahiyeh) y las localidades de Bekaa ascendieron, al menos, a 80, según anunció el ejército de ocupación.
El jueves 20 de julio de 2006 también fue testigo de la evacuación de ciudadanos extranjeros de los puertos de Dbaiyeh y Tiro.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, apareció en una entrevista con Al Yazira ese día y anunció su conocida postura: “Si incluso todo el mundo se aliara, los dos soldados israelíes (capturados) no regresarían sino a través de un intercambio”.
Source: Al Manar