El enemigo israelí siguió adelante con su agresión contra el Líbano el quinto día, y la Resistencia libanesa siguió sorprendiendo a los ocupantes sionistas al expandir el alcance de los cohetes disparados contra los territorios ocupados.
Líbano presenció ese día (domingo 16 de julio de 2006) el mayor desplazamiento desde 1982, con civiles libaneses que huyeron de las ciudades del sur y del suburbio del Sur de Beirut (Dahiyeh) hacia Beirut, Monte Líbano e incluso a Siria.
Los medios informaron que los países occidentales estuvieron evacuando a ciudadanos fuera del Líbano, en una clara indicación de que EEUU había dado luz verde a la entidad sionista para destruir el Líbano y matar a civiles libaneses.
Mientras tanto, se informó que los esfuerzos diplomáticos encaminados a lograr un alto el fuego se detuvieron y la última palabra fue solo para el campo de batalla.
Aviones de combate israelíes atacaron el domingo (16 de julio) las áreas residenciales en Dahiyeh y las ciudades del sur, bombardeando cientos de unidades de vivienda en esas áreas.
Fuentes militares libanesas afirmaron que la ocupación israelí había utilizado bombas incendiarias de fósforo blanco contra objetivos civiles en aldeas de la zona de Arqub, en el sur, acusando a la entidad sionista de utilizar armas prohibidas contra civiles libaneses.
Por otro lado, la Resistencia Libanesa sorprendió al enemigo israelí al atacar un depósito de mantenimiento de ferrocarriles en Haifa con cohetes no guiados, matando al menos a ocho israelíes e hiriendo a varios más.
Además de Haifa, los cohetes Katiusha también alcanzaron las ciudades norteñas de Acre y Nahariya.
En un discurso a través de Al Manar, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, enfatizó que la batalla continuaría y prometió más sorpresas. Amenazó con que las fábricas químicas israelíes en los territorios ocupados estaban bajo el alcance de los cohetes de la Resistencia y podrían ser atacadas.
Source: Sitio de Al Manar en Inglés