Hezbolá no sabía en absoluto que el tribunal militar libanés pronunciaría su sentencia para absolver al colaborador con “Israel” Amer Fajuri (el antiguo director del campo de concentración de Jiam), aseguró su secretario general, Sayyed Hassan Nasralá, en un discurso pronunciado en el canal Al Manar.
Principales ideas del discurso:
Tengo dos temas que abordar, el del colaborador Amer Fajuri y el del coronavirus.
Sobre el primer tema, me gustaría responder a todo lo que se ha dicho en los últimos días sobre este asunto. Ha habido muchos rumores y análisis. Quiero dirigirme a la opinión pública … Pero también al público de la resistencia, porque es él quien es constantemente el blanco de una campaña de desinformación dirigida a romper la confianza que caracteriza la relación que tiene Hezbolá con su base.
Desde los primeros momentos de la absolución de este colaborador criminal, ha habido una campaña contra el dúo Amal-Hezbolá y luego contra Hezbolá en particular.
En primer lugar, me gustaría relatar los hechos, luego abordar las reacciones y comentarios y finalmente sacar las conclusiones.
No ha habido transacciones
Hay que decir, en primer lugar, que no hubo ninguna transacción por nuestra parte y no sabemos que haya habido una detrás de esta absolución.
Desde el arresto del colaborador Fajuri, cuando llegó al Líbano, hubo una presión estadounidense muy fuerte sobre los líderes políticos del Estado, el presidente, los ministros y los líderes políticos -pero no sobre nosotros porque no tenemos ningún vínculo con EEUU- y sobre los jueces, las instituciones de seguridad y militares y cualquier persona que pudiera haber tenido alguna influencia para su liberación.
Hubo amenazas de someterlos a sanciones estadounidenses, suspender la ayuda del Ejército libanés, imponer sanciones económicas, obstaculizar la concesión de ayudas al Líbano…
Funcionarios estadounidenses los llamaron desde EEUU, otros llegaron al Líbano, y luego los dos embajadores, el anterior y el actual, acudieron a encontrarse con ellos constantemente.
A EEUU no le importaba que este hombre tuviera sangre en sus manos, que fuera un asesino y un criminal, que secuestrara y matara a libaneses. No tienen un enfoque humano o legal. Seguían repitiendo que es un ciudadano estadounidense que debía ser liberado costara lo que costara.
Los jueces también fueron presionados. Algunos se negaron a absolverlo y establecieron una prohibición de viajar en su contra o apelaron contra su absolución.
Pero otros jueces se inclinaron bajo presión … Eso fue lo que sucedió.
Sin embargo, hay un aspecto positivo: la justicia libanesa resistió durante 6 meses seguidos, mientras que países mucho más fuertes que el Líbano colapsaron mucho más rápido.
Después de dos meses de presiones y amenazas, los funcionarios del estado libanés vinieron a discutir con nosotros, con toda tranquilidad, diciéndonos que los estadounidenses habían amenazado con detener la ayuda e imponer nuevas sanciones en un momento en el que el Líbano atraviesa tiempos difíciles.
En tal caso, antes de preocuparnos por lo que tengamos que decir a la gente, nos preocupa nuestra responsabilidad ante Dios en el Día del Juicio. Sabemos también que esto es un asunto nuestro. Nos involucra más que a nadie, concierne a nuestros hijos y hermanos, que son las víctimas … Estamos más preocupados que nadie por este caso.
Así que respondimos constantemente que este tema era malo y peligroso y un mal augurio para los libaneses en el futuro. Si el país cedía en este tema, los estadounidenses descubrirían que sus deseos podrían también realizarse en otros temas: en la demarcación de las fronteras, en los nombramientos para las instituciones estatales donde siempre se han interferido y en otras cosas … Es una tendencia muy peligrosa para el Líbano.
Nosotros no estuvimos al corriente
En este proceso, quiero asegurar a quienes se preguntan si nos han presionado que no lo hemos sido.
Fui claro y claro con todos al afirmar que este es un tema de soberanía y que es necesario tomar una posición ante Dios y ante las víctimas y los familiares de las víctimas.
Legalmente, nos dijeron que no iba a tener lugar ninguna sesión, ni se iba a emitir ningún veredicto por el momento. Y luego supe lo que sucedió a través de los medios, como todos los demás.
Posteriormente, Hezbolá emitió su comunicado de prensa. Esto fue seguido por una nueva decisión legal de prohibir a Fajuri viajar y una apelación. Y EEUU continuó presionando. Ellos enviaron un avión al aeropuerto de Beirut, pero allí las autoridades libanesas se negaron a sellar los papeles de Faruji y él abandonó del aeropuerto de Beirut. Fue entonces cuando un helicóptero estadounidense le permitió huir desde la Embajada estadounidense en Awkar, y posteriormente Trump reivindicó formalmente la operación.
Las reprimendas de los amigos
Durante la difusión de esta información, se lanzó una campaña contra Hezbolá, y contra mí en particular.
Cuando las reprimendas y las críticas provienen de nuestros adversarios, sabemos que provienen de nuestros adversarios, nuestros enemigos.
Pero cuando provienen de nuestros amigos, de nuestros aliados, ciertamente es más doloroso, especialmente cuando están formuladas de una manera arrogante, como para dar lecciones a Hezbolá sobre lo que debería haber hecho.
Desde el principio, en Hezbolá nos negamos a retirar los cargos contra Fajuri e insistimos en un juicio justo, para hacer justicia a las víctimas.
Este no es el Estado de Hezbolá
Todo lo que se ha dicho y formulado como preguntas se basa en la sospecha y la duda. Algunas preguntas se refieren a si el Tribunal Militar podría haber tomado esta decisión sin el consentimiento de Hezbolá o el Movimiento Amal. Sí, eso es lo que sucedió. No lo sabíamos en absoluto y solo más tarde nos enteramos de que se había celebrado una sesión.
Nunca nos interferimos en casos judiciales.
Por desgracia, hay un discurso en el que han trabajado nuestros enemigos y que algunos de nuestros amigos han creído.
Uno de los mayores errores que prevalece es que decir que el Estado libanés está gobernado por Hezbolá y Amal y que ellos son los que controlan el Ejército y la Justicia.
Los que lo difunden saben muy bien que esto es falso, pero es parte de la batalla de propaganda que libran contra Hezbolá.
Sin embargo, el gobierno nunca ha sido el de Hezbolá, en ningún momento. Ni el Estado libanés, ni el Parlamento, ni los presidentes, ni la Justicia, ni los tribunales militares.
Hezbolá es una fuerza política que forma parte del paisaje libanés, que tiene una cierta influencia que progresa o retrocede según las circunstancias. A pesar del cierto papel regional que desempeña, no es cierto que Hezbolá controle el Líbano. Algunos ministros y líderes políticos son amigos de Hezbolá pero no están afiliados a él y hay ciertas fuerzas políticas tienen mayor influencia que Hezbolá.
Es “Israel” quien está detrás de esta idea errónea de que es el Líbano es el Estado de Hezbolá. Él quiere a través de tales afirmaciones neutralizar y atar las capacidades de la resistencia.
Lo que sucedió debería ser una oportunidad para cambiar esta percepción de una vez por todas. De lo contrario, quien quiera imputarnos la responsabilidad del caso del colaborador Fajuri estará del lado de nuestros oponentes.
Propuestas que no sirven de nada
Algunos preguntan por qué no hicimos nada después de la absolución. Sugieren algo como el evento que tuvo lugar el 7 de mayo de 2007, cuando reaccionamos al intento del gobierno de entonces de confiscar el sistema de comunicaciones de Hezbolá, que es esencial para la resistencia, pero ¿habría servido al interés Líbano o la resistencia el perpetrar un hecho tal?
Otros querían emboscar al convoy de las fuerzas de seguridad que llevó a Fajuri a la Embajada de EEUU. Es decir, habríamos tenido que luchar con los agentes de seguridad … No creo que hubiera sido en interés del Líbano o de la Resistencia.
Entre las propuestas que también nos han hecho está la de retirarnos del gobierno, porque Trump le mostró su agradecimiento, o derrocarlo, mientras que el ejecutivo está fuera de este asunto y no le incumbe, ya que está bajo la jurisdicción legal militar … Y además, dadas las circunstancias económicas y de salud, ¿debería ser derrocado el gobierno?
Todas estas sugerencias son inútiles y no son del interés del país o de la Resistencia.
Sabed que nuestras acciones no están dictadas por nuestras emociones y nuestras reacciones. Somos un partido político que tiene su causa, su visión, su escala de prioridades. Todas las decisiones están sujetas a discusión y estudio. No es un tema de un solo hombre. Quien crea que haciendo campaña contra nosotros o insultándonos puede empujarnos a adoptar posiciones que no se corresponden con nuestra visión y nuestras prioridades, está equivocado y desperdicia su tiempo.
EEUU sacó ilegalmente de Fajuri del Líbano. Ha violado las decisiones legales y la soberanía del Líbano. Es la arrogancia de EEUU lo que debería causar enojo e ira.
Los libaneses no deben dejar que EEUU haga lo que le parezca en Líbano. Debemos defender la soberanía e independencia del Líbano.
El asunto Fajuri debe proseguir a nivel legal. Es un proscrito. Su dossier no se puede cerrar. También puede ser procesado en cualquier parte del mundo.
Apoyo los llamamientos a una investigación de la Justicia, porque esta decisión fue tomada por el jefe y los miembros de un Tribunal y también de un comité parlamentario para averiguar qué sucedió realmente.
Esta Resistencia es la más honorable y la más razonable de las resistencias.
Este es uno de los peores momentos que he tenido que pasar en televisión para defender a Hezbolá en el tema de un colaborador que mató a nuestros hijos y hermanos. Es uno de los peores momentos que yo podría vivir.
Coronavirus: estado de guerra
En lo que se refiere al coronavirus se nos dice que esta batalla durará varios meses. Tendremos que endurecer las medidas, permanecer a las casas y castigar a cualquiera que transgreda estas medidas. Las personas también deben asumir sus responsabilidades y no depender únicamente de agentes estatales para evitar su propagación.
Sobre la responsabilidad del gobierno dije que no tenemos problemas en que se declare un estado de emergencia y sobre el tema de la movilización general … especialmente dado que algunos habían apostado por que nos negaríamos.
Dejemos que el gobierno haga lo que es su deber y lo que el interés del país dicte.
Con el tiempo, debemos esperar problemas socioeconómicos que surgirán de esta situación. Debemos insistir en la solidaridad social, y también debemos ahorrar dinero … porque parece que este tema durará un poco. Tenemos que comportarnos como si estuviéramos en un estado de guerra.
20.000 efectivos de Hezbolá
En lo que a nosotros respecta, en Hezbolá nos estamos movilizando. Unos 20.000 miembros de nuestro personal médico y sanitario, en especial, están movilizados. Y eso es solo una parte de nuestra fuerza. Estamos listos para echar una mano en todas las regiones libanesas, en los campos de refugiados palestinos, en los de los desplazados sirios… Estamos listos a todas las opciones para ayudar al gobierno.
Sabed que todos los libaneses que regresaron de Irán e incluso nuestros combatientes de la resistencia que van a Siria y luego regresan, todos están sujetos a las pruebas médicas sobre el coronavirus y se toman las medidas adecuadas que van hasta el aislamiento.
Trump no forma parte de la especie humana
En esta guerra, ciertos protagonistas se comportaron con racismo y sin ningún sentido de humanidad, en particular contra tres regiones. En primer lugar, la Franja de Gaza, donde viven dos millones, sin ayuda médica, y los detenidos palestinos en las cárceles israelíes, que viven una situación similar. Esto es fruto de la mentalidad racista israelí, que desprecia a los demás.
En Yemen, que todavía está en guerra y bajo embargo, sin medicamentos, sin equipos …
Y en Irán, donde 80 millones están sujetos a unas sanciones estadounidenses inhumanas que les impide obtener del extranjero equipos médicos para enfrentarse a esta pandemia.
Día tras día, hay pruebas de que Trump no forma parte de la raza humana. Es una criatura racista y arrogante. Es como si viniera de otro mundo, como si fuera un extraterrestre. Quiere que su país monopolice la vacuna contra el coronavirus solo, probablemente, por razones electorales, porque se encuentra en una situación crítica. Por su racismo infestado, insiste en calificar al coronavirus como un virus chino dentro del contexto de su guerra comercial contra China … En mi vida nunca he visto a un hombre tan arrogante y tan racista.
Source: Al Manar