A medida que los grupos terroristas pierden fuerza en las dos provincias de Idleb y Alepo, Turquía ha enviado tropas adicionales a esta región en un intento claramente destinado a frenar la liberación de esta área ocupada por entidades terroristas como el Frente al Nusra, una organización incluida en la lista negra de las Naciones Unidas.
El apoyo al terrorismo constituye una política esencial de las políticas expansionistas neo-otomanas del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, como puede verse en los casos de Siria y Libia.
Durante la noche del miércoles al jueves, un convoy militar turco cruzó la frontera siria y desplegó sus fuerzas en tres localidades, Banch, Maarat Masrin y Taftanaz, reveló el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio.
Unas horas antes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había lanzado un ultimátum al ejército sirio.
Las fuerzas del gobierno sirio “tienen hasta finales de febrero para retirarse detrás de los puntos de vigilancia erigidos por Turquía en Siria, de lo contrario el Ejército turco los obligará a hacerlo”, amenazó durante ‘un discurso pronunciado en presencia de diputados de su Partido de la Justicia y Desarrollo.
Según el sitio de televisión iraní en idioma árabe al Alam, los llamados puntos de observación que los soldados turcos erigen en las zonas sirias son cuarteles militares donde se distribuyen armas y equipos a los grupos terroristas, que sufren una debacle desde que Damasco lanzó su operación para liberar esta provincia.
“Las fuerzas turcas, aéreas y terrestres actuarán libremente en todas las áreas de operaciones en Idleb. Realizarán operaciones militares contra soldados sirios directamente”, también amenazó el número uno turco.
Él añadió: “Cualquier desarrollo en Siria tiene una gran importancia. Como cualquier evolución en Turquía al menos. No nos quedaremos allí observando la situación en Idleb o en otras regiones de Siria”, indica la agencia turca Anatolu.
El día anterior, Turquía había perdido a ocho de sus soldados en las cercanías de la ciudad de Saraqib, donde el Ejército sirio había estado librando una feroz batalla contra los grupos terroristas.
Habrá que ver, sin embargo, si el régimen turco intenta implementar sus amenazas, lo cual podría llevar a un choque no solo con el Ejército sirio sino también contra Rusia y los grupos de resistencia, que luchan junto al Ejército sirio.
Otra posibilidad de reacción del Ejército turco es en el Este del Éufrates. Según el diario libanés Al Akhbar, el gobierno turco ha enviado refuerzos a Tal Tamr y Abu Rasin en el norte de Hasaka, y al área de Ain Issa, en la misma provincia. Ankara podría reanudar la Operación Fuente de Paz, tras varios meses de interrupción, contra las milicias kurdas.
Los militares turcos han atacado áreas en poder de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos, y del Ejército sirio en las localidades de Tal Al Ward, Rabaie y Jirbet Al Shair, en la provincia de Hasaka, y Qazali, Al Jalidiya, Hushan y Dibs, en la provincia de Raqqa.
Rusia, por su parte, ha mostrado una firme postura de rechazo a cualquier turco expansionista también en este escenario y ha enviado refuerzos desde su base en Qamishli hacia Ain Issa y ha reforzado sus puestos de observación en la provincia de Hasaka para prevenir cualquier futuro ataque turco.
Source: Diversas