El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, se complacen en ver que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado en sus informes que Irán continúa cumpliendo con sus compromisos en virtud del PAIC (Plan de Acción Integran Conjunta). Los dos líderes se reunieron para discutir una estrategia común a adoptar en contra de EEUU y en relación con varios temas. Mientras que el ultimátum iraní establecido para Europa bajo el PAIC está llegando a su fin (60 días límite), Rusia y China buscan recuperar la iniciativa en este tema. Sobre todo porque los acontecimientos en Oriente Medio y otras partes del mundo se dirigen hacia un incremento de las tensiones entre estos países y EEUU.
En el Golfo Pérsico, los estadounidenses ahora dicen que no buscan desencadenar una confrontación militar con Irán y el Pentágono confirma una desescalada. Pero el martes, las agencias informaron que se produjo un primer enfrentamiento en el Mediterráneo cuando un avión Poseidón de EEUU intentó acercarse a la base naval rusa en Tartous, cerca de Siria, antes de ser interceptado por un Su-35. Esta semana, el ministro de defensa de China emitió una fuerte advertencia sin precedentes contra las acciones de EEUU en Taiwán. Para muchos analistas, ni Rusia ni China pueden imponerse contra EEUU en la región de Oriente Medio sin comprometerse directamente con Irán.
También en Moscú, los presidentes de China y Rusia condenaron las sanciones unilaterales y totalmente contraproducentes contra Irán y de las cuales ambos países son también el objetivo.
Y, sin embargo, Pekín y Moscú han pedido a Irán que se abstenga de cualquier otra acción dirigida a poner fin a sus compromisos, y también instan a otros signatarios a que respeten los suyos como parte del acuerdo firmado en julio de 2015. Si bien este llamamiento refleja la preocupación de ambos socios de Irán de preservar el marco de un acuerdo reconocido internacionalmente, que ha contribuido en gran medida a aislar a EEUU en el escenario internacional, también es una respuesta a la demanda de la parte iraní de que los firmantes demuestren concretamente sus compromisos. China continúa comprando petróleo iraní y desafiando el régimen de sanciones de Irán en EEUU. La desdolarización ayuda a los esfuerzos conjuntos sino-iraníes para desarrollar su comercio y también ha sido ampliamente discutida entre los dos presidentes en los intercambios sino-rusos. En cuanto a Rusia, el apoyo político ruso a Irán en el Consejo de Seguridad es muy valioso.
Pero la cumbre urgente a la que Rusia ha convocado a los europeos es bastante significativa: los líderes rusos y chinos destacaron la importancia del PAIC, reafirmando su pleno compromiso de respetar de manera inequívoca y duradera todas las obligaciones estipuladas en el acuerdo, de conformidad con la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Artículo 25 de la Carta de las Naciones Unidas. Y ellos esperan que Europa haga lo mismo.
Violando los compromisos de EEUU, el presidente estadounidense anunció el 8 de mayo de 2018 el retiro de Washington del acuerdo nuclear con Irán. Las sanciones levantadas en virtud del acuerdo entraron de nuevo en vigor después de un período de transición de 90 y 180 días, en particular en el sector petrolero de Irán. La retirada de EEUU ha socavado en gran medida el crédito y el prestigio de la Europa para quien el PAIC fue la primera manifestación de fortaleza. En el proceso, la UE se comprometió a preservar el acuerdo y mitigar el impacto de las sanciones unilaterales de Washington asegurando los intereses económicos de Irán. Sin embargo, los estados europeos no han ido más allá de la retórica, no han tomado ninguna medida concreta para salvar el acuerdo y se han alineado, sobre todo en el caso de Francia, con las posiciones hostiles de la Casa Blanca contra el programa balístico de Irán.
China y Rusia intentan ahora hacer comprender a los europeos que el tiempo se acaba y que la continuidad de Irán en el acuerdo nuclear no puede darse por sentada.
Source: Press TV