El llamamiento a la revolución de un ex oficial de la Guardia Nacional ha tenido un notable impacto en Arabia Saudí.
Al llamar también a una revolución en Arabia Saudí, algunos activistas y grupos políticos han pedido al sistema gobernante una transmisión pacífica del poder, informó Al Alam.
Lo sensible de este tema ha llevado al gobierno saudí a expulsar al embajador de Canadá y romper sus relaciones económicas con ese país por denunciar la campaña de detenciones contra los defensores de los derechos humanos en el reino. Esta crisis ha hecho caer la careta de “modernizador” que los medios occidentales han tratado de vender sobre Mohammed Bin Salman.
En realidad, con la llegada de Bin Salman, Arabia Saudí ha experimentado más que nunca detenciones y tensiones de seguridad debido a los errores políticos del príncipe heredero. Todo esto ha llevado al pueblo saudí a recibir con agrado el llamamiento a la revolución de Naif Al Harbi, un ex oficial de la Guardia Nacional Saudita.
El partido opositor Ummah también aboga por el derrocamiento de los Al Saud, afirmando que estos ya no tienen ningún crédito entre los saudíes, que reclaman sus derechos civiles. Se trata de un llamamiento pacífico y cualquier posible represalia contra los autores del mismo y sus familias tendrá repercusiones, advirtió el partido.
Según el periodista de Al Alam, las facciones de la oposición dentro de la familia real apoyan también el llamamiento a la revolución. No es un secreto que la mayoría de los príncipes saudíes se oponen a la rápida transferencia de poder a Bin Salman. Las detenciones de miembros de la familia real y la confiscación de sus bienes han llevado a muchos de ellos a buscar venganza contra el príncipe heredero.
Source: Press TV