El nuevo misil intercontinental nuclear superpesado RS-28 Sarmat que se está desarrollando en la actualidad en Rusia será una respuesta digna al escudo antimisil de Washington, que los norteamericano tratan de instalar cerca de las fronteras rusas. La cadena ruso Zvezdá y la agencia Sputnik han analizado las temidas características de la nueva arma rusa.
El Sarmat, el novedoso sistema de misiles, garantizará la disuasión nuclear y servirá como una respuesta adecuada a los planes del Pentágono de ‘rodear’ a Rusia con los misiles norteamericanos SM-3. EEUU tiene la intención de interceptar a los misiles intercontinentales rusos y chinos en la etapa principal de su vuelo.
De acuerdo con los planes de Washington, EEUU contará con unos 700 misiles de este tipo para el año 2020. En este sentido el objetivo de los estadounidenses “es obvio”, EEUU quiere reducir el potencial nuclear de Rusia y China.
Los expertos militares rusos ya llamaron al desarrollo de este sistema -que reemplazará al R-26 Voevoda (o SS-18 Satanás, en denominación OTAN)- “una necesidad evidente y esperada”. Aunque no hay información completa sobre sus posibilidades, lo que sabemos ya es impresionante y esto atemoriza a los militares occidentales, dice la publicación de Zvezdá. En primer lugar, el misil puede penetrar cualquier escudo de defensa antimisil.
El Sarmat podría tener una velocidad (hasta 7.000 km/h) y acceso a cualquier punto de EEUU. El Sarmat atacar objetivos en cualquier dirección, inclusive a través del Polo Norte y el Polo Sur, evitando de forma efectiva las contramedidas de la defensa antimisil norteamericana. Estos misiles podrían constituir el 80% de las fuerzas terrestres estratégicas rusas en 2016
El Sarmat puede ser equipado con las ojivas maniobrables —capaces de cambiar su trayectoria a velocidades hipersónicas—, y los sistemas modernos de navegación y el guiado autónomo. Dichas características convertirán en invencible a esta nueva arma, que podrá alcanzar sus blancos en territorio estadounidense desde un ángulo imprevisto y deshabilitar sus sistemas de DAM. Cada una de las ojivas podría tener entre 5 y 6 megatones, es decir entre 310 y 375 veces la bomba de Hiroshima.
Teniendo en cuenta el poder de destrucción de estos misiles —con hasta 15 ojivas nucleares autoguiadas ligeras o 10 pesadas— el sistema contribuirá a reforzar la disuasión nuclear. Si su predecesor, el SS-18 Satanás, llenó de temor a los posibles enemigos, el Sarmat va, sin duda, a aterrorizarlos.
Source: Diverso