El diario libanés Al Akhbar examina en su artículo del martes, 26 de diciembre los errores en cascada cometidos por Riad en el Líbano “que han beneficiado al eje de la Resistencia”.
“En el pasado, el régimen saudí disfrutó de una gran influencia en el Líbano, pero las recientes maniobras de Riad sugieren que el reino se ha vuelto loco, ya que solo perjudica sus propios intereses. La prueba es la toma como rehén del primer ministro Saad Hariri y la presión ejercida sobre él para obligarle a renunciar”.
Al Akhbar continúa: “Los saudíes probablemente querían tomar la iniciativa en el escenario libanés. Es por eso que secuestraron al primer ministro, aunque este último formaba parte de sus simpatizantes. Sin embargo, el golpe fracasó rotundamente en gran medida debido al apoyo de Hezbolá y el resto de la clase política a Hariri. El resultado fue que Riad ha perdido significativamente terreno en un país en el que disponía, debido a las donaciones de cientos de millones de dólares, de una buena base sólida. Arabia Saudí ha sido objeto de condenas tanto por clérigos sunníes como por los partidos e instituciones sunníes”.
El periódico subraya: “De hecho, los próximos a Riad están todavía en estado de shock y se preguntan acerca de las verdaderas razones de la medida de Arabia Saudí contra Hariri. Uno de los expertos saudíes habló de este golpe “autodestructivo” y se aventuró a escribir: “Irán nunca habría podido incrementar tan fácilmente su influencia en el Líbano, si no hubiese sido por el regalo que le ofreció Bin Salman”.
El documento se hace eco de las críticas cada vez más duras que los árabes sunníes lanzan contra Arabia Saudí: “La influencia saudí en el Líbano se limita a un gran gasto dinero y la dación de obsequios. Sin embargo, no existe una conexión emocional ni afectiva entre los sunníes libaneses y Arabia Saudí. Los árabes sunníes se han vuelto desde la revolución de Gamal Abdel Nasser hacia Egipto y la Universidad de Al Azhar.”
“Saad Hariri, recibió entre 2005 y 2008 un salario mensual de un millón de dólares de Arabia Saudí. Así, nadie hubiera podido imaginar que llegaría un día en el que los partidarios de la Corriente del Futuro (liderada por Hariri) atacaran la Embajada saudí en Beirut, pero esto ha sucedido”.
“Los saudíes buscan elaborar una nueva estrategia en el Líbano para recuperar la influencia que han perdido a través del envío de dinero a algunos líderes tribales. Pero los sunníes libaneses no tienen muchas opciones. Ellos pueden buscar el apoyo de Egipto, pero no parece que este país esté dispuesto a concedérselo. En lugar de seguir los pasos de Occidente, es ya tiempo de que los sunníes revisen sus alianzas y vuelvan sus ojos hacia Hezbolá”, concluye Al Akhbar.
Source: Al Akhbar