La 39.ª Conferencia Internacional de Unidad Islámica se inauguró este lunes en Teherán, reuniendo a académicos, líderes y eruditos religiosos de todo el mundo islámico para debatir sobre la unidad, la solidaridad y la responsabilidad compartida ante los crecientes desafíos regionales y globales.
En su discurso inaugural, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, enfatizó que las divisiones dentro del mundo musulmán han envalentonado a las potencias externas, en particular a EEUU e “Israel”, a implementar políticas hostiles hacia las naciones musulmanas.
“Si el mundo islámico hubiera estado unido, ni “Israel” ni EEUU se habrían atrevido a atacar a los musulmanes. Nuestra culpa reside en nuestras divisiones internas, divisiones que explotaron para sembrar la discordia y vender armas a países musulmanes con el pretexto del miedo y la defensa”, declaró Pezeshkian.
Un llamamiento a la unidad y la claridad moral
Dirigiéndose a los asistentes —académicos religiosos y representantes de diversas corrientes islámicas—, Pezeshkian instó a los líderes a defender el mensaje central del islam como una fuerza unificadora arraigada en la justicia y la verdad.
“Ustedes son los líderes de las religiones y grupos. Es nuestro deber transmitir el mensaje de Dios y Su Profeta al pueblo: que nosotros, como musulmanes, somos hermanos independientemente de nuestras diferencias de creencias o tradiciones”, añadió.
Resistencia y resiliencia frente a la injerencia extranjera
Pezeshkian subrayó la importancia de traducir la unidad islámica en acciones prácticas dentro de las sociedades y comunidades.
“Somos hermanos”, dijo. “Si podemos demostrar esta hermandad en la práctica, entre nuestros seguidores y en nuestras sociedades, entonces las esperanzas de EEUU e “Israel” de dividirnos se derrumbarán. Su éxito depende de nuestro fracaso”.
Añadió que, si bien la fuerza militar y el sacrificio desempeñaron un papel fundamental para enfrentar la agresión extranjera, fue en última instancia la unidad del pueblo iraní la que frustró los objetivos de sus adversarios.
“Sí, teníamos misiles, y nuestros combatientes los atacaron con fuerza y sacrificio”, afirmó. “Pero el pueblo golpeó con más fuerza. Fue la unidad de nuestro pueblo lo que los decepcionó. Pensaron que unos pocos misiles doblegarían a la nación, pero se equivocaron.”
Condenando el silencio ante las atrocidades
Dirigiendo su atención a las acciones israelíes en la región, Pezeshkian condenó la brutal matanza de civiles y el silencio global que la rodea.
“Matan a mujeres y niños, pero nadie les exige cuentas. Pero cuando algo sucede en una sociedad musulmana, se apresuran a denunciar violaciones de derechos humanos. ¿Qué clase de derechos humanos son estos: los que no perdonan a ningún niño, ninguna mujer, ningún enfermo, y cometen genocidio a la vista de todo el mundo?”, preguntó Pezeshkian.
Source: Medios iraníes