Una gran multitud se reunió en mañana del lunes en la plaza Al-Sabiin de la capital, Saná, para despedir a los mártires, encabezada por el difunto primer ministro Ahmed Ghaleb Al-Rahwi y sus colegas ministros.
El funeral comenzó con una oración por los mártires en la mezquita Al-Shaab, antes de que la multitud se dirigiera en solemne procesión al cementerio de Saleh al-Samad, donde descansan los restos de los mártires. Los presentes compararon la escena con el funeral del difunto presidente Saleh al-Samad, describiéndola como “un reflejo de la magnitud del sacrificio y la determinación”.
La plaza fue testigo de un aumento constante de asistencia, hasta llenarse por completo. Participaron delegaciones de los distritos de la capital y las gobernaciones vecinas, además de las gobernaciones del sur, a las que pertenecían algunos de los mártires. Los participantes enfatizaron que el funeral no fue una simple ceremonia de despedida, sino más bien “una renovada declaración de lealtad y compromiso con la causa palestina”, señalando que “los ministros murieron camino a Jerusalén, en nombre de dos mil millones de musulmanes, para enarbolar la bandera del arabismo y el islam”.
Señalaron que “el pueblo yemení ha decidido apoyar a Palestina y está dispuesto a sacrificarse por ella”, como “el propio mártir Ahmed al-Rahwi previó” y como confirmó Sayyed Abdul-Malik Badr al-Din al-Huzí en su discurso de condolencias, describiendo el sacrificio como “no una pérdida, sino una postura honorable” que consolida el legado de Yemen en la batalla de “la conquista prometida y la yihad sagrada”.
Los participantes concluyeron destacando que “la sangre de los mártires será combustible para una mayor firmeza y resistencia”, y que “el pueblo yemení, con su fe y sabiduría, es capaz de continuar el camino, inspirado por los sacrificios de sus líderes como faros que iluminan el camino hacia la dignidad y la victoria”.
Source: Al Akhbar