La deuda nacional de EEUU superó la cifra récord de 37 billones de dólares cinco años antes de lo previsto, como resultado del ritmo acelerado de endeudamiento durante las diferentes administraciones.
La deuda nacional estadounidense superó considerablemente la cifra récord de 37 billones de dólares, anunció el Departamento del Tesoro en su último informe publicado el martes, que registra las finanzas diarias del país.
En 2020, las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) preveían que la deuda federal bruta no superaría los 37 billones de dólares hasta después del año fiscal 2030.
Sin embargo, la marca de los 37 billones de dólares se alcanzó cinco años antes, ya que los déficits se atribuyeron a la pandemia de COVID-19, que duró varios años y que comenzó en 2020 y paralizó gran parte de la economía estadounidense, lo que llevó al gobierno federal a endeudarse considerablemente durante los mandatos de los entonces presidentes Donald Trump y Joe Biden para estabilizar la economía nacional e impulsar la recuperación.
Los economistas afirman que la deuda pública, que se determina en gran medida por decisiones legislativas sobre impuestos y gasto, representa una amenaza inminente para la economía. Esto ocurre mientras el “Gran Proyecto de Ley” de Trump, promulgado este año, parece destinado a aumentar aún más la deuda, al extender y mejorar muchos recortes de impuestos que había aprobado inicialmente en 2017.
El proyecto de ley “significa que vamos a endeudarnos mucho a lo largo de 2026, vamos a endeudarnos mucho a lo largo de 2027, y esto seguirá así”, afirma Wendy Edelberg, investigadora principal de estudios económicos en la Brookings Institution.
El Comité Económico Conjunto prevé que se podría añadir otro billón de dólares en tan solo 173 días al ritmo promedio diario actual de gasto público.
Además, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) ha descrito cómo el endeudamiento federal sostenido puede filtrarse a hogares y empresas, lo que provocará un aumento del coste de la vida, obligando a los estadounidenses a afrontar precios más altos para comprar alimentos, viviendas y coches nuevos.
Source: Diversas