El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha participado activamente en los acontecimientos que se desarrollan en Siria durante los últimos cinco días. Esto quedó patente en una llamada telefónica que realizó al presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa, para asegurarle que “los ataques israelíes son inaceptables” y que su país “seguirá apoyando a Siria”. Erdoğan cree que la postura agresiva de “Israel” amenaza a toda la región. En otra acción notable, el portavoz del Ministerio de Defensa turco, el general Zeki Aktürk, afirmó que el personal turco en Siria “no ha estado expuesto a ningún incidente negativo”, lo que indica la disposición de Turquía, en caso de recibir una solicitud siria, para reforzar las capacidades defensivas del ejército sirio.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, acusó a “Israel” de “no buscar la paz ni la estabilidad”, y enfatizó que su país “no permitirá ningún cambio en el equilibrio de poder en la región”. Advirtió a las fuerzas israelíes de no explotar las tensiones en Suweida para alterar la realidad en el su de Siria. En una entrevista televisiva posterior, declaró que “Turquía no puede tolerar las políticas de tensión de “Israel” en la región” y que Tel Aviv debe «abandonar estas políticas, que son peligrosas para la región y para el propio “Israel””.
En el contexto de los acontecimientos en Suweida, cabe destacar que el parlamento turco adoptó una declaración condenando la agresión israelí contra Siria. La declaración fue aprobada por unanimidad por los partidos representados, con la abstención del Partido Kurdo para la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (HDP). La declaración del parlamento turco afirmaba que la agresión “pretende desviar la atención del genocidio que está ocurriendo en Gaza” y “desestabilizar a Siria y la región”.
Señaló que “el silencio de la comunidad internacional sobre lo que está sucediendo en Siria es incomprensible y alienta la agresión israelí”. Por lo tanto, el Parlamento, en representación de la nación turca, condena la agresión y reitera su apoyo al pueblo sirio, que ha sufrido durante muchos años, e insta a la comunidad internacional a actuar y tomar medidas decisivas contra la agresión que agrava la crisis regional y amenaza la paz mundial.
Por parte de la oposición, el líder del Partido del Futuro, Ahmet Davutoğlu, declaró: ““Israel” está implementando hoy las políticas divisivas establecidas durante el mandato francés sobre Siria. Su objetivo al atacar a Siria es dividirla en provincias según criterios étnicos y sectarios”. Señaló que “Israel”, “desde su fundación, ha recurrido a la táctica de enfrentar a los países entre sí y dividirlos desde dentro, según grupos étnicos y sectarios”, e instó al gobierno de su país a participar activamente en la diplomacia y tomar la iniciativa para la paz regional.
Davutoğlu identificó varios puntos que, en su opinión, Turquía debería priorizar, entre ellos: “considerar la soberanía de Siria como una prioridad de seguridad para Turquía; entablar un diálogo claro con EEUU e informarle de que la agresión israelí amenaza la seguridad de Turquía; apoyar los esfuerzos de reconciliación de Ankara entre Damasco y los drusos, alauíes y kurdos; instar al líder druso en el Líbano, Walid Yumblatt, a mediar entre el gobierno de Damasco y los drusos e impedir los esfuerzos separatistas de “Israel”; tomar medidas contra las fuerzas israelíes, que cooperan con las milicias drusas proisraelíes; intervenir para resolver la disputa entre el gobierno sirio y los kurdos, en consonancia con la neutralización de las armas kurdas; y trabajar para establecer un ejército nacional que incluya a todas las partes con el asesoramiento militar turco”.
En el ámbito mediático, el periódico opositor “Qarar” escribió en un editorial que “Israel” “ahora tiene en la mira a los líderes sirios de la nueva era” y que sus incursiones contra el ejército sirio buscan “expandir su ocupación del territorio sirio y consolidar su control, tras incitar a los drusos de los Altos del Golán a participar en este proceso”. En el periódico “Cumhuriyyat”, Muhammad Ali Guler consideró que “Israel” está utilizando los enfrentamientos entre las tribus beduinas y drusas como pretexto para atacar Damasco con dos objetivos: primero, expandir su ocupación del territorio sirio; y segundo, obligar a Ahmad al-Sharaa a firmar un acuerdo de normalización con “Israel” el próximo septiembre”.
Añadió que EEUU e “Israel” están aplicando una política de incentivos con Siria. El primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, facilitó el ascenso de Sharaa al poder en Damasco, pero lo presiona para que haga concesiones importantes. Guler, quien describió a Sharaa como “el líder de la organización terrorista Hay’at Tahrir al-Sham”, continuó: ““Israel” permitió que este último avanzara sobre Damasco, pero ahora bombardea a su ejército para obligarlo a aceptar una Siria federal. “Israel” quiere una región autónoma para los drusos para aislarlos del resto de Siria, y también quiere un gobierno autónomo kurdo para llevar a los kurdos a enfrentarse a Turquía”.
El autor señaló que Israel “ocupa 400 kilómetros cuadrados de territorio sirio y pretende establecer diez bases militares allí, a solo 40 kilómetros de Damasco”. Señaló que “Ankara, lamentablemente, consideró su apoyo al grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham y al derrocamiento de Assad una victoria histórica, cuando en realidad fue un error estratégico. Turquía creía que su relación con Al-Yulani era una victoria que le permitiría lograr lo que deseaba en Siria, cuando en realidad el derrocamiento de Assad benefició a “Israel”, no a Turquía”.
El escritor político progubernamental Cem Kucuk, escribiendo desde Turquía, también argumentó que “los ataques israelíes contra Siria tienen importantes repercusiones geopolíticas” y que “la intervención militar de Turquía es inevitable”. Añadió que “se busca el establecimiento de una zona especial para los drusos y un estado kurdo al este del Éufrates”. Acusó a “Israel” de “apoyar estos dos objetivos”, argumentando que “la entrega de armas del PKK y las FDS frustrará los planes israelíes”.
En la misma línea, el investigador Ilhan Ozgil expresó su convicción de que “Israel” quiere una Siria débil y que Damasco no gobierne toda Siria. Esto parece estar sucediendo. La legitimidad del gobierno de Sharaa es discutible, ya que aún no se han celebrado elecciones ni se ha redactado una constitución que represente a los diversos grupos del país”. Ozgil señaló que “el gobierno no controla su espacio aéreo ni su territorio, y no puede enviar un ejército a zonas específicas porque “Israel” se lo impide”.
Continuó: “Israel” es quien controla la situación y le dice a Sharaa: “Puedo atacarte cuando quiera””. Aunque los drusos son mucho más débiles que los kurdos, “Israel” es quien traza las fronteras de Damasco en el sur. Esto envía un mensaje muy contundente a Damasco en su relación con los kurdos.”
El periódico Internet Haber consideró que el problema “ya no se limita a Siria, sino a la seguridad nacional de Turquía. No debemos olvidar que si Damasco es atacada hoy, Alepo será atacada mañana, seguida de Qamishli, luego Tal Abiad y Ain al-Arab. Eso significa todas las fronteras de Turquía”. El periódico afirmó que “la cuestión de redibujar las fronteras en la región ya no es una teoría, sino una realidad”, acusando a “organizaciones terroristas, como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el Daesh de ser los principales beneficiarios de lo que está sucediendo. Si Damasco cae, Turquía perderá todo lo que ha logrado en Siria. Si Netanyahu se considera encargado de proteger a los drusos, entonces Ankara debe proteger a Damasco.”
Source: Al Akhbar