El portavoz de las Fuerzas Armadas yemeníes en Saná se atribuyó la responsabilidad del ataque del domingo contra un buque con bandera liberiana en el Mar Rojo.
“Atacamos al buque Magic Seas en el Mar Rojo con dos lanchas rápidas no tripuladas, cinco misiles balísticos y de crucero, y tres drones”, declaró el lunes el general Yahia Sarii, añadiendo que el buque corre peligro de hundirse.
Explicó los motivos del ataque: “Atacamos al Magic Seas porque pertenece a una empresa que violó la prohibición de entrada a los puertos de la Palestina ocupada”.
“Esta operación se llevó a cabo después de que nuestras fuerzas navales emitieran avisos y advertencias al buque, pero su tripulación se negó a abandonarlo”, subrayó.
El domingo, la Oficina de Operaciones Comerciales Marítimas del Reino Unido (UKMTO) informó de que un buque en el Mar Rojo fue atacado por ocho embarcaciones, con hombres armados que utilizaron armas pequeñas y misiles para atacarlo a 51 millas náuticas (94 km) al suroeste de Al-Hodeidah.
Además, según la empresa británica de seguridad marítima Ambrey, cuatro buques no tripulados atacaron un buque en la zona, y dos de ellos colisionaron contra el costado de babor del buque, dañando su carga.
Según fuentes de seguridad citadas por el sitio web Al-Jazeera, el buque atacado, el Magic Seas, enarbola bandera liberiana y es propiedad de una entidad griega. En solidaridad con el pueblo palestino contra la agresión israelí en la Franja de Gaza, que ha causado la muerte de casi 57.000 palestinos, las Fuerzas Armadas de Saná han atacado buques de transporte vinculados a “Israel”, EEUU y el Reino Unido en el Mar Rojo y el estrecho de Bab el-Mandeb. El ataque más reciente contra un buque tuvo lugar en diciembre de 2024.
Desde noviembre de 2023, las Fuerzas Armadas de Saná han lanzado más de 100 ataques contra buques de carga, que han provocado el hundimiento de dos buques, la incautación de otro y la muerte de al menos cuatro marineros. Estos repetidos ataques han obligado a muchas compañías navieras internacionales a evitar el tránsito por el Mar Rojo y el Canal de Suez, que representan aproximadamente el 12% del tráfico marítimo mundial, y a recurrir a rutas más largas y más costosas alrededor del Cabo de Buena Esperanza.
Source: Agencias