En vísperas del cumplimiento de la primera semana del nombramiento del primer ministro electo Nawaf Salam, se han intensificado las reuniones y contactos con el fin de llegar a la formación de un gobierno lo antes posible, tal vez antes de la retirada del ejército enemigo israelí del sur, el 27 de este mes, aprovechando el impulso que acompañó la elección del presidente Joseph Aoun y el nombramiento de Salam. Quienes conocen los contactos y reuniones que lleva a cabo Salam indican que éste está tratando de disipar los obstáculos que no se limitan a las negociaciones con el dúo shií, con la aparición de otros en cuanto a la representación sunní, por no hablar de los obstáculos que dificultarán el reparto de las carteras cristianas.
Los dos últimos días se ha producido la primera comunicación directa entre el primer ministro designado y Hezbolá, después de que se hubiera realizado a través del portavoz Nabih Berri. El sábado y el domingo se celebraron dos reuniones en las que participaron Salam, el jefe del bloque Lealtad a la Resistencia, Mohammad Raad, el asistente político del secretario general del partido, Hayy Hussein Jalil, y el diputado Ali Hassan Jalil. Fuentes informadas han calificado de “positivas” las dos reuniones, durante las cuales Salam ha hecho un largo repaso del sistema político, empezando por la fórmula de 1943 y terminando por el Acuerdo de Taif, con el que ha confirmado su compromiso.
Habló de las “oportunidades perdidas” y de la “oportunidad actual” de salvación, y subrayó su voluntad de no excluir a ningún componente político o partido. Las fuentes han indicado que los dos partidos han superado el problema que acompañó a la nominación de Salam en las consultas parlamentarias y han confirmado su disposición a cooperar, y Salam ha confirmado que no es un candidato que desafíe a nadie.
También acepta la representación shií del dúo y la imposibilidad de eludirla. Aunque todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre si el dúo propondrá los nombres de los ministros para que el primer ministro electo los elija o viceversa, “ese mecanismo se puede resolver, y la discusión es sobre la gestión del gobierno en la siguiente etapa y cómo abordar los principales temas y la visión del gobierno sobre ellos”.
La otra cara de la discusión está relacionada con la declaración ministerial (programa de gobierno) y la fórmula que debe adoptarse sobre el papel de la resistencia en línea con lo establecido en el Acuerdo de Taif, sobre todo porque los gobiernos desde que el expresidente Tammam Salam formó su gobierno en 2014, han estado interesados en adoptar una frase unificada sobre el derecho de los libaneses a resistir para liberar los territorios ocupados. También se está discutiendo sobre la implementación de la Resolución 1701, en términos del compromiso del gobierno con lo que estipula respecto a su aplicación al sur del río Litani, y que haya un compromiso claro de que cualquier discusión sobre las armas fuera de esta región sea remitida a consultas nacionales lideradas por el Presidente de la República.
Aunque se supo que el dúo exigía un ministerio de servicios importantes como el de Obras Públicas o el de Sanidad, las fuentes indicaron que estaba claro que el primer ministro electo no tiene aún una visión inicial para el reparto del gobierno, y que aún no ha iniciado conversaciones con el resto de partidos, donde pueden surgir obstáculos.
Si bien Salam intenta mantener sus comunicaciones alejadas de los medios, insiste en que la “cocina” de la formación es tarea suya, y que consultará con el presidente de la República y el Parlamento inmediatamente después de que termine de preparar el borrador inicial, según las grandes líneas que ha marcado, la primera de las cuales es no excluir a ningún partido y buscar una formación “tecnopolítica” en la que participen especialistas y polìticos que no estén afiliados formalmente a los partidos a los que están vinculados y en que los ministros firmen un compromiso de no presentarse a las próximas elecciones parlamentarias.
Las primeras filtraciones indican que el gobierno incluirá a representantes del dúo Hezbolá-Movimiento Amal (5 carteras, incluida la de Finanzas), las Fuerzas Libanesas (4 carteras), el Movimiento Patriótico Libre (2 carteras), el Movimiento Marada (1 cartera), el Partido Kataeb (1 cartera), los desertores del Movimiento Patriótico Libre (1 cartera), el Tashnag (1 cartera) y el Partido Socialista (2 carteras).
En cuanto a las carteras restantes, incluido el propio Primer Ministro, se está discutiendo la posibilidad de reunir a los reformistas e independientes para formar un bloque de 15 diputados, lo que les daría tres carteras, mientras que los diputados sunníes del norte se fusionarían, aunque sin previo aviso, para permitirles 1 cartera.
Por su parte, el presidente Joseph Aoun, quien confirmó a sus visitantes que no quiere una parte ministerial para él, insistió en tener el derecho de veto sobre los nombres nominados para las carteras de Exteriores, Defensa e Interior, en medio de la circulación del nombre de Paul Salem (cristiano ortodoxo) para Asuntos Exteriores, el abogado Muhammad Al-Alam para el Interior (cercano al asesor del Presidente de la República, Rabih Al-Shaer) y uno de los ex oficiales maronitas para la Defensa.
Source: Al Akhbar