Tan pronto como tomó el poder en Damasco tras la salida de Bashar al-Assad, Hayat Tahrir al-Sham (ex Frente Al-Nusra, la rama siria de Al-Qaida) decidió cerrar las bases de las facciones de la resistencia palestina en Siria y desarmarlas.
Envió a un alto funcionario de su Administración de Operaciones Militares al campo de refugiados palestinos de Yarmuk, al sur de Damasco, para informar a los representantes de las facciones palestinas en Siria que ya no se les permitiría portar armas ni tener campos de entrenamiento ni cuarteles militares.
Una fuente del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) reveló a la agencia Erem News esta información que indica la participación en la reunión de representantes de su movimiento y los del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, Yihad Islámico, Frente de Lucha Popular Palestino, Frente Popular-Comando General y Al-Saiqa.
Por otra parte, no participaron representantes de Fatah y Hamas, según la fuente, que no precisó si la prohibición incluye a estas dos facciones.
Las facciones palestinas han estado presentes en Siria como huéspedes del gobierno desde la Nakba de 1948 y la expulsión de unos 750.000 palestinos de Palestina.
Según la fuente del FPLP, después de la reunión se entregaron las armas que se encontraban en el campamento de Yarmuk.
Las órdenes estipulan que las facciones deben disolver sus formaciones militares lo antes posible a cambio de un compromiso político y caritativo bajo la bandera del nuevo Estado sirio.
El representante sirio les informó que “tras los crímenes cometidos durante el antiguo régimen con la participación de determinadas facciones palestinas, sus autores serán juzgados por separado de las facciones a las que pertenecen”.
En 2012, el predecesor del HTS, el Frente Nusra, invadió y ocupó el campamento de Yarmuk, buscando utilizarlo como punto de cruce para conquistar Damasco. El campo quedó en gran parte destruido durante los años siguientes durante los combates. El Daesh (Estado Islámico) también ocupó el campo y luchó allí contra el ejército sirio y las facciones palestinas.
En un artículo, Ibrahim Amin, redactor jefe del diario libanés Al-Akhbar, estima que el resultado concreto de estas medidas tomadas por HTS es la prohibición a los palestinos de utilizar Siria como cuartel general o lugar de paso para cualquier actividad dirigida contra la entidad sionista.
“Aunque el nuevo gobierno sirio no habla de establecer relaciones con “Israel”, sus representantes sí hablan de tomar medidas prácticas para impedir cualquier resistencia existente o potencial contra “Israel” desde territorio sirio”, señala al-Amin.
Source: Diversas