Un sitio próximo a los servicios de inteligencia del Ejército israelí, Debka, ha acusado a Rusia de haberse beneficiado de la crisis de los últimos días en Jerusalén (Al Quds) para “desplegar sus fuerzas en las fronteras sirias con Jordania e Israel”.
Las tensiones en Al Quds y la crisis diplomática entre Jordania e Israel debido al asesinato de dos jordanos por un guardia de seguridad israelí han sido aprovechadas por Rusia, según el sitio israelí, para desplegar 800 soldados en las fronteras de Siria con la entidad sionista y otros 400 en la frontera con Jordania, dando muestra de una indiferencia absoluta hacia las exigencias israelíes, según Debka, que afirma con desmayo que la mayoría de estos soldados son musulmanes. “El contingente ruso está desplegado en el Sur de Siria, no lejos de los puestos fronterizos israelíes. La mayor parte de sus soldados son de origen ingusetio, checheno y daguestaní (tres etnias musulmanas del Cáucaso ruso)”.
Debka se hace eco del “profundo descontento” de Israel ver a Rusia, y también a EEUU, “mostrar una indiferencia total” ante sus exigencias. “Rusia creó en julio una primera zona de distensión en Daraa sin molestarse en expulsar a las fuerzas de Hezbolá de allí. La principal inquietud de Israel consiste ahora en ver una segunda zona de distensión en el Suroeste de Siria, o incluso en el Golán, sin que los rusos piden a Hezbolá que se retire de la misma”.
Rusia afirma, por su parte, que las consideraciones de seguridad de Israel fueron tomadas en cuenta durante la formulación de las zonas de distensión, pero la realidad es que Israel no quiere el establecimiento de tales zonas, acordadas entre Rusia y EEUU. Israel teme que, con el tiempo, Hezbolá y las milicias shiíes se desplieguen tranquilamente en el Suroeste de Siria para consolidar su control de las zonas fronterizas cerca de Israel.
Israel ha pagado y apoyado a los grupos terroristas (incluyendo Al Nusra y el EI) para que controlaran el sector donde se ha establecido zona de distensión y están ahora las tropas rusas. Israel les ha apoyado militarmente cada vez que ellos fueron atacados por el Ejército sirio.
En realidad, Israel quería anexionarse la zona siria fronteriza con los Altos del Golán sirios ocupados y hubiera preferido que la zona de distensión hubiera sido ocupada por tropas norteamericanas y no rusas. Sin embargo, Washington no quiere mezclarse en esa zona. De este modo, el control del cese el fuego en el Suroeste de Siria estará en manos de Rusia.
Según el analista indio M K Bhadrakumar, los rusos no tendrán contemplaciones si Israel sigue jugando un papel desestabilizador en la región. En otros términos, su presencia significa el hundimiento del sueño israelí de expansión territorial en el Suroeste de Siria en el marco de la política expansionista del Gran Israel. El Plan B de Israel era que, en el marco de un arreglo sirio, la comunidad internacional legitimara la ocupación israelí de los Altos del Golán sirios, pero esto tampoco se producirá.
La credibilidad de Netanyahu ha sufrido un nuevo golpe. Hace dos años, él situó una “línea roja” sobre el programa nuclear iraní afirmando que Israel actuaría militarmente contra Irán etc, pero esto se reveló como un gran bluff. Ahora otra “línea roja” igualmente irrealizable, el fin de la presencia iraní en Siria, acaba de caer por la sencilla razón de que ni él ni Israel tienen la capacidad para hacerla cumplir. Una vez más, la comunidad internacional ignora simplemente a Netanyahu y sus crisis de cólera.
Israel no ha podido tampoco ayudar de ningún modo a sus protegidos, los terroristas de Al Nusra, en las regiones de Arsa y Qalamún, donde aquellos han sido derrotados, y muchos de ellos eliminados, por Hezbolá. Los medios israelíes han señalado que Hezbolá ha logrado una imponente victoria. Por supuesto, señalan dichos medios, es muy importante para Hezbolá que la frontera entre el Líbano y Siria quede abierta y libre de terroristas.
Source: Al Manar