Las tensiones continúan entre Turquía y sus socios de la OTAN. Poco después de que Alemania decidiera retirar sus tropas de la base aérea de Incirlik, la Cámara de Representantes de EEUU ha aprobado una resolución, patrocinada por el congresista Dave Trott (Republicano por Michigan), que busca condicionar las ventas de armas a Turquía al procesamiento de los guardaespaldas de Erdogan, que protagonizaron agresiones a manifestantes el 16 de Mayo en Washington durante una visita del presidente turco a la ciudad.
Este incidente ha dañado las relaciones entre EEUU y Turquía porque el gobierno turco considera que las autoridades estadounidenses no deberían haber permitido las protestas públicas, afirmación ésta que muchos en el Congreso estadounidense consideran inaceptable.
La resolución del Congreso parece ser en su mayor parte simbólica y estar encaminada a presionar al Departamento de Estado para que haga algo con el fin de apoyar los esfuerzos dirigidos a procesar a los guardaespaldas vinculándolos a las ventas de armas. Ella afirma también que otros estados de la OTAN deberían tomar “medidas extraordinarias” con respecto a Turquía.
Este incidente ha provocado un incremento de las tensiones entre ambos países, cuyas relaciones ya estaban dañadas por el apoyo militar de EEUU a las milicias kurdas de Siria, que Ankara considera “terroristas”.
Erdogan, por su parte, parece sentirse ahora más cómodo cooperando con Rusia y en este contexto hay que citar la venta anunciada de sistemas de defensa antiaéreos rusos S-400 a Turquía, un hecho que supone un paso más hacia la reconciliación entre los dos países y de alejamiento de Ankara de la OTAN.
El acuerdo es visto también como un signo claro de la irritación turca con respecto a EEUU y Europa.
Turquía ha aceptado pagar 2.500 millones de dólares para adquirir este sistema de defensa antiaérea, el más avanzado que existe. El acuerdo prevé la entrega por Moscú de dos unidades del S-400 a Turquía de aquí a finales del año 2018 y la producción por parte de Turquía de otras dos más.
Esto dará a la industria de defensa turca una independencia en este campo frente a los países occidentales y la OTAN, señalan los expertos.
Source: Agencias