Por segundo día, el gobernador del Banco Central del Líbano (Banque du Liban), Riad Salameh, compareció en audiencia en el Palacio de Justicia, en la continuación este viernes de las investigaciones por sospechas de corrupción.
El directivo volvió a responder preguntas del primer juez de instrucción de Beirut, Charbel Abu Samra, en presencia de expertos europeos y de la jefa de la Autoridad de Casos del Ministerio de Justicia, Helena Iskandar, en su calidad de representante del Estado libanés.
Ayer, por primera vez el gobernador declaró ante un poder judicial extranjero desde la apertura de varios expedientes en su contra en Europa, centrados en transferencias financieras a través de la empresa de su hermano, Raja, sospechoso de blanqueo de capitales.
En medio de un despliegue militar, el interrogatorio duró cinco horas y media en un ambiente tranquilo, durante el cual Salameh respondió a todas las preguntas del juez Abu Samra, reflejaron medios locales.
De 72 años, Salameh constituye uno de los gobernadores de bancos centrales más antiguos del mundo, al ocupar el puesto desde 1993 y fue el artífice de las políticas financieras en la fase de recuperación económica posterior a la guerra civil (1975-1990).
Sin embargo, con el inicio del colapso económico y las manifestaciones populares en octubre de 2019, analistas y observadores acusaron a los líderes y funcionarios políticos, incluido Salameh, de transferir enormes sumas de dinero de sus cuentas en el extranjero, precisó el canal Al-Manar.
Partidos, expertos y ciudadanos libaneses responsabilizaron al gobernador del desplome de la moneda nacional ante el dólar estadounidense y criticaron duramente las políticas monetarias adoptadas en los últimos años.
A pesar de los cuestionamientos a su desempeño y las sospechas de malversación, lavado de dinero y enriquecimiento ilegal, Salameh conserva el cargo, bajo la protección de las principales clases políticas del país.
En enero, una delegación de Alemania, Francia y Luxemburgo llegó a Beirut para investigar las fuentes de los activos de Salameh en los bancos del llamado viejo continente y las transacciones monetarias que ocurrieron desde el territorio en los últimos años.
Hace un año, la agencia de cooperación de justicia penal de la Unión Europea ayudó a congelar unos 132 millones de dólares en activos libaneses en Francia, Alemania, Luxemburgo, Mónaco y Bélgica, que incluyen propiedades y cuentas bancarias.
La medida está vinculada a la investigación de lavado de dinero que relaciona a cinco ciudadanos, entre ellos Salameh, sospechosos de malversar alrededor de 330 millones de dólares.
Desde suelo libanés, la jueza Gada Aoun congeló algunos bienes del director del Banco Central como medida de prevención y emitió la prohibición de salida del país hasta que no concluyan las investigaciones por sospecha de blanqueado de dinero.
Source: Prensa Latina