En su reciente entrevista con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, la candidata a la Presidencia de EEUU, Hillary Clinton, manifestó que lucharía contra “los intentos de legitimar a Israel”, incluyendo la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel, que está motivada por la continuación de la colonización sionista de los territorios palestinos.
Una gran parte de los norteamericanos cree otra cosa y rechaza el sometimiento del país al lobby sionista y a Israel. Un gran número de asociaciones de académicos, estudiantes e iglesias se han sumado a la campaña BDS comparándola con la que sirvió para derribar al régimen del apartheid en Sudáfrica. Un portavoz de la campaña en EEUU ha prometido que ésta se expandirá a pesar de las promesas de Clinton a Netanyahu para contrarrestarla.
Decenas de intelectuales y universitarios norteamericanos se han unido a la campaña BDS en este último año para expresar su protesta contra la colonización de los territorios palestinos.
En una reciente carta dirigida a la Administración norteamericana, más de 70 investigadores y personalidades mediáticas, algunos de ellos judíos, han llamado al boicot de los productos israelíes.
Bernard Avishai, Michael Walzer, Peter Brooks, Deborah Dash Moore y Adam Hochschild firmaron la carta en la que pedían a la administración norteamericana que retire las ventajas comerciales otorgadas a las empresas israelíes en EEUU.
La campaña BDS tiene ya más de una década de antigüedad y ha recabado apoyos en el mundo entero. Decenas de empresas han roto sus vínculos con Israel por las presiones de la campaña y las advertencias de boicots.
La continuación de la ocupación de Palestina por Israel suscita un creciente rechazo en la esfera internacional como muestra la expansión de la campaña y los últimos éxitos conseguidos por Palestina en la ONU, a pesar de la continuación del veto norteamericano.
Source: Agencias