El solitario misil Fateh-110 sirio que cayó en Dimona ha causado pánico en la entidad sionista, que intenta desde hace varios días y sin gran éxito “disfrazarlo” de un SA-200, un misil antiaéreo, errático.
El misil Fateh-110, que tiene una versión más avanzada, el Fateh-313, que fue utilizado el 8 de enero de 2020 contra la base estadounidense de Ain al Assad en Iraq, es el primer misil balístico de combustible sólido iraní que tiene una ojiva desmontable que en la noche del “incidente de Dimona” pesaba solo 200 kg, como reconoció el ex ministro de la Guerra sionista Avigdor Lieberman, frente a los 500 kg que es su carga potencial.
Con su alcance de 300 km, el Fateh-110, disparado desde el interior del territorio sirio, a 200 km del reactor israelí de Dimona, podría haber ido más lejos y golpear justo en el reactor. Después de todo, los misiles yemeníes Zolfaqar o Badr P2, ya lo han hecho a distancias mucho más largas, que van de los 1.200 a 1.400 km, cuando, lanzados desde Sanaa, alcanzaron con aterradora precisión un depósito de petróleo en un sitio de Aramco y una central eléctrica saudí.
Alcanzar Dimona hubiera sido mucho más fácil dada la menor distancia. El sistema de la Cúpula de Hierro israelí fracasó en interceptar un solo misil, como lo ha hecho repetidamente el sistema Patriot en Arabia Saudí.
Un impacto del misil en Dimona podría haber provocado un escape de sustancias radiactivas en el momento hacia el Negev, Al Quds y más allá hacia Tel Aviv, especialmente dado que el misil táctico tierra-tierra Fateh-110, tiene un margen de error de sólo 10 metros.
Esa no era, sin embargo, su misión: el sirio Fateh-110, uno de las docenas, si no cientos, de misiles que Irán entregó a Siria con la ayuda de Rusia, protegen los vuelos militares iraníes hacia Siria. Las unidades balísticas fueron inicialmente responsables de cambiar las reglas del enfrentamiento en la región a favor de la Resistencia.
Estos misiles pueden apuntar a otros objetivos terrestres israelíes, como cuarteles generales, campamentos, sitios de la defensa antiaérea, depósitos de armas, sitios de radar o incluso objetivos marítimos fijos, como plataformas de explotación de gas o petróleo, u otros más.
“Israel”, en respuesta al lanzamiento del Fateh-110, lanzó desde el Golán ocupado, una operación de represalia aérea que resultó como las últimas, en las que sus misiles fueron abatidos por la todopoderosa reacción de las baterías antimisiles sirias Buk ME2.
Como dice DEBKA, el sirio Fateh-110 habría cruzado el cielo del norte de Al Quds y existen todas las razones del mundo para creer que los palestinos escucharon su sonido y durante las 48 horas siguientes salieron a las calles, y lucharon con las manos vacías contra el ejército sionista.
Y dado que “Israel” está completamente sumido en la serie de “incidentes”, se produjo otro la noche del 23 al 24 de abril, que involucró una salva de 36 cohetes disparados desde Gaza, como represalia a los ataques israelíes en la Franja, contra asentamientos sionistas en el sur de los territorios ocupados que ahora han vivido durante cuatro días al ritmo de inagotables sirenas de alarmas. Este ataque con cohetes, que se produjo poco después del lanzamiento del sirio Fateh-110, es de lejos lo último que necesita la entidad, según el canal Kan, que afirma que el ejército israelí ya no se atreve a enviar sus aviones a bombardear Gaza por miedo a una reacción importante.
En su comunicado de prensa, las Brigadas Ezzedine al Qassam, un ala militar de Hamas, se dirigen a los palestinos en Al Quds en estos términos: “Sepan que detrás de ustedes hay una Resistencia sólida lista para luchar. Que no pongan a prueba nuestra paciencia. Hemos ofrecido muchos mártires para defender Al Quds y socavaremos todas las ecuaciones para defenderlo. La chispa que enciendan hoy será la mecha de una gran explosión por venir”.
Source: Press TV