El primer ministro interino del Líbano, Hassan Diab, rechazó el jueves acusaciones de negligencia en la explosión del puerto capitalino el pasado 4 de agosto.
Una declaración de la oficina de Diab precisa que sus manos están limpias, porque manejó el asunto con responsabilidad y transparencia. La nota aclara que el jefe interino del Gobierno es un hombre respetuoso de la ley apegado a la Constitución, en respuesta a los cargos imputados por el juez Fadi Sawan contra Diab y otros ex ministros.
Sawan demandó interrogar al primer ministro interino y a los ex titulares Ali Hassan Khalil, Ghazi Zoaiter y Youssef Fenianos, a quienes acusó de negligencia por lo sucedido en la catástrofe de la terminal portuaria.
Son los primeros políticos de relieve en ser acusados por la devastadora explosión que mató unas 200 personas e hirió a otras 6.500.
La detonación avivó la ira pública contra la élite gobernante como resultado de la cual Diab renunció al puesto el 10 de agosto pasado.
Se trata de la primera acusación oficial contra un primer ministro en la historia libanesa.
Durante las investigaciones se conoció que funcionarios de seguridad y políticos sabían sobre las 2.750 toneladas de sustancias explosivas mal almacenadas en el puerto que al entrar en ignición causaron el desastre.
Una fuente judicial sin identificar declaró al sitio Naharnet que los sospechosos recibieron varios avisos para eliminar los productos peligrosos.
Youssef Lahoud, representante legal de mil 500 familias damnificadas por la explosión, describió la medida de Sawan como paso esencial para revelar la verdad de lo ocurrido.
Desde que el material llegó al Líbano a fines de 2013, cuatro primeros ministros estuvieron en ese cargo y no estaba claro, por qué acusan a Diab y no a sus antecesores.
Según los informes, los ex jefes de Gobierno Nayib Miqati, Tammam Salam y Saad Hariri declararon que desconocían la existencia del material explosivo.
Source: PL