Miles de israelíes se han unido a una protesta en la Jerusalén ocupada (Al Quds), pidiendo al primer ministro Benyamin Netanyahu que renuncie mientras está siendo juzgado por cargos de corrupción y en medio de la ira por el mal manejo de la economía y la crisis del coronavirus por su gobierno.
Los manifestantes se reunieron frente a la residencia oficial de Netanyahu en la calle Balfour el martes por la noche ondeando banderas negras, que, según ellos, simbolizan la “muerte de la democracia” durante el mandato del presidente del partido Likud.
Muchos sostuvieron carteles que decían “Estás acabado. Estamos hartos” o “No hay forma de que un político acusado pueda ser primer ministro”.
Los manifestantes también tocaron bocinas, corearon consignas y arrojaron botellas de agua a la policía.
Otros carteles decían “La corrupción de Netanyahu nos enferma” y “Netanyahu renuncia”.
Los activistas anticorrupción en algún momento trataron de asaltar la residencia, pero fueron rechazados por agentes de policía, lo que provocó enfrentamientos.
Cuando terminó la protesta, cientos de personas se trasladaron al centro, donde bloquearon el sistema de tren ligero, cantando “vergüenza, vergüenza” y “Bibi, vete a casa”.
Luego, la policía usó cañones de agua contra los manifestantes y oficiales montados en caballos intentaron dispersar a la multitud.
Un portavoz de la policía israelí no identificado dijo que un oficial había resultado levemente herido y que 50 manifestantes fueron arrestados por los enfrentamientos.
El manifestante Elhanan Marks dijo que “todas las mañanas leo el periódico y siento como una bofetada en la cara. Es hora de un cambio, pero todavía nadie está escuchando”.
Otra manifestante, que se negó a ser identificada, dijo que la mala respuesta de la administración israelí a las numerosas crisis en los territorios ocupados la llevó a asistir a la manifestación.
“El virus más mortal no es el coronavirus, sino la corrupción”, dijo a AFP el manifestante Laurent Cige, que vino de Tel Aviv para participar en la protesta.
Al mismo tiempo de la manifestación en Jerusalén (Al Quds), cientos de manifestantes también se reunieron cerca del Bulevar Rothschild, en Tel Aviv, para marcar los nueve años desde el inicio de las protestas de justicia social en el verano de 2011.
La protesta siguió a una manifestación masiva el pasado fin de semana contra el fracaso de Netanyahu para abordar los problemas económicos provocados por la pandemia de coronavirus.
“Estamos en el comienzo de una gran crisis, y está claro que no hay liderazgo del que esperar soluciones”, dijo Daphni Leef, organizador de la manifestación en el Parque Charles Clore de Tel Aviv.
“La confianza ha sido destruida, la desesperación está en aumento, pero la gente está despertando. También es hora de recordar e inspirar esperanza en que solo juntos crearemos la fuerza para generar soluciones y cambios”, agregó.
Netanyahu, quien se ha desempeñado el cargo de primer ministro israelí durante más de una década, recientemente ha visto caer drásticamente sus índices de popularidad, ya que está bajo fuego desde varias direcciones.
El primer ministro enfrenta cargos de fraude y abuso de confianza en tres casos separados, así como también de soborno en uno de ellos.
Él es criticado además por profundizar los problemas económicos en los territorios ocupados, donde la tasa de desempleo ha aumentado a más del 20%.
Muchos israelíes culpan asimismo a Netanyahu por el aumento reciente en los casos de infección con el nuevo coronavirus.
Source: Agencias