El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, habló afectuosamente sobre el Hayy Qassem Soleimani en una entrevista a un canal de televisión iraní que se transmitió el jueves por la noche.
Su Eminencia primero habló sobre el comienzo de la relación de Hezbolá con la República Islámica de Irán a nivel militar.
“Fue en 1982 cuando los israelíes invadieron Líbano, ocuparon muchas áreas y llegaron hasta Beirut. El Imam Jomeini envió fuerzas iraníes al Líbano y su misión era la de ayudar a los libaneses a establecer una resistencia local que pudiera enfrentarse a la ocupación israelí … Así es como surgió nuestra relación actual con los iraníes. En aquel entonces, la Brigada Al Quds aún no se había creado, pero cuando terminó la guerra impuesta contra Irán (por parte del régimen de Saddam Hussein en Iraq), el Imam Jomeini ordenó la formación de la Fuerza Al Quds en el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica.
Su Eminencia recordó los primeros días en que se reunió con el líder de la Brigada Al Quds Hayy Qassem Soleimani. Fue hace 22 años cuando fue nombrado para este puesto.
“Nunca nos habíamos visto antes. En nuestras visitas a Irán y nuestras reuniones con los líderes allí, Hayy Qassem nunca había estado presente. Estaba en los campos de batalla en Irán o cumplía con sus deberes en Karman, Sistan y Baluchistan”.
“Cuando fue nombrado, vino a Beirut y se reunió con nosotros, Hayy Imad y Hayy Mustapha Badreddin estuvieron entre los asistentes, y desde los primeros momentos en que nos conocimos, hubo una sintonía y sentimos que nos conocíamos desde hacía muchos años”.
Su Eminencia consideró que “el Mártir Qassem Soleimani era una figura integral, no solo un líder militar. Nunca sentimos que estábamos frente a un especialista militar, sino que tenía un amplio conocimiento sobre los aspectos políticos, económicos, culturales, militares y de seguridad … Además de eso, construyó una fuerte relación con Hayy Imad Mugnieh y otros líderes de la resistencia, que se basaba en la confianza, el afecto, la amistad y la lealtad. Todo esto nos colocó ante una fase prometedora y poderosa”.
Cuando se le preguntó acerca de los antecedentes del término “Escuela de Qassem Soleimani u Oficina de Qassem Soleimani”, Su Eminencia aclaró que esta es una referencia a su enfoque único en el trabajo, que se basa en visitas constantes y la presencia en los campos de batalla.
“Es cierto que él era el líder de la Fuerza Al Quds, pero apenas se quedaba en Teherán. Se unió personalmente a los campos de batalla en el Líbano, Siria, Iraq y otros lugares y visitó los grupos con los que trabajó. No esperó los informes ni que nadie lo visitara en su oficina”.
“Tuvo relaciones sólidas en diferentes niveles y este es el secreto detrás de su éxito: su presencia constante en el campo de batalla, la construcción de relaciones amistosas y personales … Su relación con Hayy Imad Mugniyeh fue la más fuerte. Eran amigos y más como de la familia. Su relación con Hayy Imad fue muy similar a su relación con el mártir Ahmad Kazemi”.
“La Escuela u Oficina de Qassem Soleimani es una referencia a su forma de actuar, que requiere observación. Por ejemplo, desde que comenzamos a trabajar juntos, solo visitamos Irán un par de veces. Fue él quien nos visitó constantemente, se reunió con los líderes, se unió a los campos de batalla, expresó respeto y mostró una alta moral, escuchó otros puntos de vista, los sufrimientos y las luchas en los campos de batalla … Nunca confió en los informes, se unió a los frentes de lucha y fue testigo de todo él mismo. A pesar de todo eso, nunca se cansó, nunca he conocido a nadie que tolerara el dolor y el cansancio tanto como Hayy Qassem … No se aburría ni se cansaba … Era constante y perseverante … Era muy humilde a pesar de su alta posición … Esto es algo muy raro e importante”.
Su Eminencia señaló que Hayy Qassem siempre estaba en primera línea y bajo amenaza.
“Insistió en estar con nosotros en la Guerra de Julio de 2006. Llegó a Damasco y nos contactó para enviarle un automóvil para que lo recogiera. Le dijimos que era imposible en esa situación. Él respondió que vendría solo si no le enviábamos un automóvil. Cuando llegó, se quedó con nosotros durante todos los días de guerra … y si escuchas a los combatientes de la resistencia en Iraq, te dirán que Hayy Qassem siempre estuvo presente en los lugares más críticos en los campos de batalla allí”.
“La Escuela de Qassem Soleimani fue tomada de la Escuela del Imam Jomeini, de las instrucciones del Líder, el Imam Jamenei, y de la guerra impuesta a Irán, que fue una gran experiencia en los niveles intelectual, cultural, espiritual y militar. Hayy Qassem fue la encarnación de esta gran experiencia”.
El secretario general de Hezbolá se refirió al gran papel jugado por Hayy Qassem en el apoyo y desarrollo de las capacidades de la resistencia en el Líbano.
“Solía visitarnos cada dos semanas, no cada dos meses. Solía visitar el Suburbio del Sur principalmente y a veces visitaba el Sur y se reunía con los combatientes de la resistencia allí”.
Por otro lado, Sayyed Nasralá señaló que “en el pasado no creíamos que los israelíes se retiraran del Sur bajo presión militar, porque esto sería una derrota contundente y estratégica para ellos. Cuando nos reunimos con Sayyed Ali Jamenei a fines de 1999 y revelamos nuestras dudas, su respuesta a los líderes políticos fue mantenerlo como una suposición, pero su respuesta frente a los líderes militares fue que “seréis testigos de la liberación vosotros mismos”.
“… Y se produjo la victoria en 2000, y todos esos 50 líderes a los que se dirigió Sayyed Jamenei ese día fueron testigos de la victoria. Nadie fue martirizado antes de ese día”.
En 2006, dijo Sayyed Nasralá, “el mundo árabe, los países europeos, e incluso Rusia y China adoptaron una postura negativa hacia nosotros. Incluso internamente había posturas divididas a favor y en contra de la resistencia. Esto nos puso bajo una gran presión, pero la presencia de Hayy Qassem junto a los combatientes tuvo una gran influencia en la moral … En la Guerra de Julio, Hayy Qassem, Hayy Imad y yo estábamos en el mismo lugar, pero nos preocupaba que todos fuéramos martirizados juntos. Por supuesto, nuestras preocupaciones no eran por miedo a la muerte sino por un temor relativo a nuestro papel y obligaciones. Así que nos separamos, pero Hayy Imad y Hayy Qassem permanecieron juntos todo el tiempo”.
“Durante los 33 días, Hayy Qassem compartió con nosotros nuestra felicidad y tristeza … Cuando mi respuesta a la carta de los muyahidines fue transmitida por la televisión, todos lloramos de emoción. Hayy Qassem estuvo con nosotros”.
El secretario general de Hezbolá se refirió además a una carta que recibió de Sayyed Ali Jamenei a través de Hayy Qassem en la que “expresó su confianza en que Hezbolá triunfaría en la guerra y se convertirá en una potencia regional. Y eso en un momento en el que todos estaban apostando por nuestra derrota”.
“La carta reveló que EEUU e “Israel” se estaban preparando para una guerra sorpresa en el Líbano a fines del verano de 2006, pero la captura de esos soldados israelíes por parte de Hezbolá eliminó el factor sorpresa y la resistencia estaba preparada para cualquier confrontación”.
Su Eminencia indicó que “Hayy Qassem Soleimani tenía una mente política y estratégica, no solo militar. Una de las ideas que presentó a Hezbolá fue el elaborar planes a largo plazo. Nos ayudó a elaborar planes para años por delante”, afirmando que Hayy Qassem nunca se centró en los temas internos del Líbano. Toda su preocupación era preservar y fortalecer la resistencia”.
En respuesta a una pregunta sobre el día del martirio de Hayy Imad Mugnieh, Sayyed Nasralá dijo que “Hayy Imad estaba con Hayy Qassem. Estaban juntos en una casa en Damasco. Luego Hayy Imad llevó a Hayy Qassem al aeropuerto y de camino a casa fue asesinado. Hayy Qassem regresó instantáneamente al lugar. Luego vino y se reunió conmigo en el Líbano … Le dolió mucho”.
Sayyed Nasralá recordó el día de la formación de las Fuerzas de Movilización Popular en Iraq (Hashid al Shaabi).
“Cuando emergió el Daesh, Hayy Qassem vio a Iraq como su deber final … El día en que el Gran Ayatolá Sayyed Ali Sistani emitió la fatua llamando al yihad contra el Daesh, Hayy Qassem vino a verme a las 12 del mediodía y me dijo que al amanecer 120 líderes militares (de Hezbolá) debían estar disponibles para viajar con él a Iraq. Dijo que no tenía otra opción para poder defender al pueblo iraquí. Por la mañana, 60 líderes estaban listos y no se fue antes de asegurarse que el resto lo seguiría al día siguiente”.
“Nunca pidió combatientes. Hay muchos combatientes en Iraq. Solo quería líderes. Anteriormente dije que durante 22 años esta fue la única solicitud que Hayy Qassem nos hizo”.
Sayyed Nasralá y el mártir Abu Mahdi Al Muhandis
“Mi primer encuentro con Hajj Abu Mahdi Al Muhandis fue a principios de los noventa en Irán. Era el líder del Movimiento Badr. Tuvo una fuerte relación con Hayy Imad y Hayy Mustafjua Badreddin, pero los vínculos se fortalecieron en los últimos años debido a los acontecimientos regionales y la guerra contra el Daesh”, dijo Sayyed Nasralá.
“En mi última reunión con Hayy Abu Mahdi, estuvimos discutiendo los desarrollos iraquíes y analizando asuntos militares y de seguridad. Luego me dijo que “la guerra contra el Daesh casi ha terminado y todavía no he sido martirizado. Mira el pelo blanco que cubre mi cabeza y mi barba … ¡Después de todos esos años es posible que muera en la cama! Luego me pidió que rezara por su martirio. Por supuesto que no he rezado por un martirio próximo, pero recé para que cuando su vida terminara, fuera solo a través del martirio”.
“El mártir Abu Mahdi era una persona fiel, devota, religiosa y responsable, y tenía muchos rasgos comunes con el Hayy Qassem. Esto es lo que construyó una relación significativa entre ellos”.
En conclusión, Sayyed Nasralá se refirió a la última vez que vio a Hayy Qassem.
“Era miércoles y fue martirizado temprano el viernes. Nos sentamos durante horas y luego rezamos juntos … No teníamos trabajo pendiente. Dijo que solo quería verme … Durante su última visita estuvo muy cómodo y relajado, a pesar de todos los problemas que lo rodeaban. Incluso les pidió a los fotógrafos que nos tomaran todas esas fotos. No solemos tomar tantas fotos. Estaba preocupado por él”.
Sobre el martirio, Su Eminencia decía: “El martirio del Hayy Qassem fue histórico. ¡Su funeral fue único en su tamaño y el nivel de afecto mostrado por las masas! Todos los participantes lloraban como si hubieran perdido a su ser más querido. Este nivel de afecto solo ocurre hacia aquellos que están muy cerca de Dios”.
Aseguró que “la administración de EEUU ha cruzado las líneas rojas y la gente ahora está preparada para enfrentarse a ella. Cuando una nación se da cuenta de quien es su verdadero enemigo, luchará contra él”, y agregó que “ellos apostaron a que Irán y el eje de resistencia se debilitarían después del asesinato, pero, en contraste, Irán mostró un gran coraje, y el eje de resistencia avanzó en varios campos, como en Yemen e Iraq … Incluso recibí solicitudes de personas que solicitaban operaciones de auto-sacrificio. La sangre virtuosa de Hayy Qassem y Hayy Abu Mahdi revivió el espíritu de la revolución … Su influencia ahora es aún más fuerte que antes”.
“No estamos preocupados; Estamos seguros de nuestra perseverancia en este camino. Si alguna vez nos cansáramos o nos aburriéramos, la influencia de Hayy Qassem y Hayy Abu Mahdi nos empujaría a continuar adelante con más fuerza aún”.
En lo que respecta al “acuerdo del siglo”, Su Eminencia enfatizó que “Hayy Qassem era un obstáculo constante para los estadounidenses, ya que estaba presente en varios campos, por lo que deshacerse de él era importante para EEUU antes de dar a conocer su plan”.
En una palabra final que dijo mientras trataba de contener sus lágrimas Sayyed Nasralá habló sobre un pensamiento que se le ocurrió un día antes del martirio de Hayy Qassem. Este consistió en que el ángel de la muerte le daba el privilegio de elegir entre tomar el alma de Qassem Soleimani o la suya. Su Eminencia le pidió que abandonara a Hayy Qassem y tomara su alma en su lugar.
“No digo eso solo por afecto y amistad, sino también por creer en el importante papel de Hayy Qassem para la nación islámica”.
Sayyed Nasralá dijo: “Agradezco a Dios por haber conocido a Hayy Qassem. Disfruté de su compañía y confié en él. Siempre estuve dispuesto a sacrificar mi vida por su bien”, pero aseguró que “lo que sucedió fue la realización del último deseo de Hayy Qassem”.
Traducido por: Yusuf Fernández
Source: Al Manar