En un informe semestral presentado esta semana por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, al Consejo de Seguridad, “la ONU admite que no puede confirmar la participación de Irán en una serie de ataques dirigidos contra instalaciones petroleras en septiembre en Arabia Saudí”, que fueron reivindicados por las fuerzas yemeníes.
Citado por AFP, el informe de Guterres afirma que “los investigadores de la ONU no pueden en este momento confirmar la participación de Irán en los ataques que tuvieron lugar el 14 de septiembre contra las instalaciones empresas petrolíferas en Arabia Saudí”.
El informe agrega que “la Secretaría de la ONU pudo examinar los restos de armas utilizadas contra una instalación petrolera en Afif en mayo de 2019, contra el aeropuerto internacional de Abha en junio y agosto de 2019, y contra instalaciones petroleras en la empresa saudí Aramco en Jurais y Abqaiq en septiembre de 2019”.
“En esta etapa, la Secretaría de las Naciones Unidas no puede confirmar de manera independiente que los misiles y drones de crucero utilizados en estos ataques sean de origen iraní y fueran transferidos de una manera que no cumple con la resolución 2231, que respalda el acuerdo nuclear internacional de 2015 con Teherán”, agrega el informe.
Sin proporcionar ninguna evidencia, EEUU, que respalda la agresión saudí contra Yemen, acusó a Irán en septiembre de ser responsable de los ataques a las instalaciones petroleras de Aramco, una acusación a la que luego se unieron Francia, Alemania y Gran Bretaña.
Las autoridades iraníes han negado formalmente cualquier participación en estas incursiones con drones y misiles de crucero y que estos materiales sean de fabricación iraní, como afirmó Arabia Saudí.
El ministro de Defensa saudí también afirmó en septiembre que los ataques a las instalaciones petrolíferas del país se llevaron a cabo “sin duda” con el apoyo de Irán. Afirmó que “un examen de las armas utilizadas en estos ataques muestra que eran armas iraníes”.
Por invitación de Riad, los investigadores de la ONU fueron enviados a Arabia Saudí en septiembre y noviembre. Washington y Riad hablaron de “ataques combinados llevados a cabo usando misiles de crucero y drones capaces de volar a baja altitud”. Los ataques a las instalaciones de Aramco del 14 de septiembre causaron un daño material importante y paralizaron la mitad de la producción petrolífera saudí.
Las fuerzas yemeníes reivindicaron los ataques a los que calificaron de respuesta a los continuos bombardeos saudíes contra la población civil de Yemen.
Source: Agencias