El presidente sirio, Bashar al Assad, enfatizó que el objetivo final de su país es restaurar la autoridad estatal sobre las regiones del noreste controladas por los kurdos a raíz de una abrupta retirada de las tropas estadounidenses y una ofensiva turca contra los kurdos allí.
En una entrevista con la televisión estatal el jueves, Assad agregó que un acuerdo la semana pasada entre Turquía y Rusia para expulsar a los militantes de las Unidades de Protección Popular (YPG), lideradas por los kurdos, de una “zona segura” de 30 kilómetros a lo largo de la frontera era un paso que servirá para ayudar a Damasco a recuperar el control, aunque gradualmente, sobre las áreas del noreste.
El acuerdo entre Turquía y Rusia, que detuvo la invasión turca, exige la retirada de los militantes kurdos sirios de las áreas a lo largo de la frontera turca con el objetivo de establecer una “zona segura” que Ankara afirma que se utilizará para repatriar a algunos de los más de tres millones de refugiados sirios que actualmente alberga.
Assad dijo durante la entrevista que el acuerdo es “temporal”.
“Tenemos que distinguir entre objetivos finales o estratégicos … y enfoques tácticos”, dijo, subrayando que sus fuerzas eventualmente recuperarán el territorio tomado por Ankara durante su última ofensiva.
La milicia kurda de YPG llegó a un acuerdo con Damasco para que el Ejército sirio tome posiciones cerca de la frontera después de que el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de la retirada de las tropas estadounidenses en el noreste de Siria.
Assad, sin embargo, agregó que Damasco no exigirá que los grupos armados allí entreguen armas inmediatamente cuando el Ejército ingrese en esas áreas en un acuerdo final con los kurdos que restablezca el control estatal.
Assad dijo que no tenía la intención de llamar a Turquía un “enemigo”, pero el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y muchas élites políticas turcas eran enemigos de Siria debido a su hostilidad hacia el vecino árabe.
“Debemos asegurarnos de no convertir a Turquía en un enemigo y aquí viene el papel de los amigos” como Rusia e Irán, dijo.
“Erdogan y su grupo son enemigos, porque él dirige estas políticas, pero hasta ahora la mayoría de las fuerzas políticas en Turquía están en contra de las políticas de Erdogan”, argumentó.
Assad señaló que Irán y Rusia, como garantes estatales de los esfuerzos de paz sirios, han estado negociando con Turquía durante el año pasado.
Tanto Teherán como Moscú, junto con el movimiento de resistencia Hezbolá del Líbano, han ayudado a Siria en su guerra contra el terrorismo respaldado por extranjeros en los últimos años.
El presidente sirio afirmó que Turquía había aceptado, como parte de las conversaciones de paz de Astana, poner fin a su presencia en la provincia de Idleb. Sin embargo, dijo, las fuerzas sirias decidieron liberar la provincia.
“Los turcos no acataron este acuerdo, pero estamos liberando a Idleb”, dijo.
“Al final, liberamos áreas gradualmente a través de operaciones militares. Lo mismo se aplicará en la región norte después de agotar todas las opciones políticas”, agregó Assad.
Source: Medios sirios