Sudán ha confirmado su acuerdo con Rusia para establecer una base naval en la costa del Mar Rojo, afirmando que “no hay obstáculos” para su implementación.
La instalación albergará buques de guerra de propulsión nuclear y acomodará a 300 efectivos rusos, lo que mejorará la presencia estratégica regional de Moscú.
El anuncio se realizó durante una conferencia de prensa en Moscú, donde el ministro de Asuntos Exteriores de Sudán, Ali Yusef Sharif, afirmó el “completo acuerdo” de su país con Rusia sobre el asunto.
También expresó su gratitud por el veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU contra una resolución respaldada por Gran Bretaña en noviembre de 2024, reiterando la firme oposición de Jartum a la interferencia extranjera.
Las negociaciones para la base comenzaron en 2017 cuando el expresidente sudanés Omar al-Bashir visitó Moscú, culminando con la firma de un acuerdo en noviembre de 2020.
Sin embargo, la inestabilidad actual en Sudán retrasó su implementación. En los últimos meses, funcionarios rusos han visitado Puerto Sudán, reforzando la cooperación entre las dos naciones.
Moscú ha mantenido vínculos con ambos bandos del conflicto en curso en Sudán, posicionándose como un actor clave en la cambiante dinámica de poder de la región.
EEUU, China y Francia ya mantienen fuerzas navales en las aguas estratégicamente vitales del Cuerno de África.
Sin embargo, Washington y sus aliados se han opuesto abiertamente a la presencia de Rusia en el Mar Rojo, por temor a que altere su control de larga data sobre las rutas comerciales globales y las operaciones de seguridad regional.
Las potencias occidentales, en particular EEUU y el Reino Unido, han desempeñado un papel importante en la inestabilidad de Sudán mediante sanciones económicas e intervención política.
Los gobiernos occidentales, a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, presionaron a Sudán para que recortara los subsidios a los combustibles e implementara medidas de austeridad, lo que profundizó aún más las dificultades económicas.
Estas políticas aumentaron el descontento público y alimentaron los conflictos armados, lo que finalmente condujo al golpe de Estado de octubre de 2021.
Source: Press TV